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Charles y Olivia estaban en la cama dándose algunos cariños, ella estaba debajo del piloto mientras que él dejaba besos cortos en su rostro. Acariciaba su espalda debajo de su blusa de seda, y besaba cortamente sus labios.

Aquellas mañanas así eran las favoritas del matrimonio, la mayor parte del día sus hijos estaban con ellos y admitían que ya era contados los momentos privados e íntimos que tenían. Los niños aún eran muy chicos y necesitaban de cuidado aunque Jr siempre les decía que él podía hacer sus cosas pero Olivia no lo dejaba, seguía siendo su bebé para ella.

Leclerc sonrió y abrazó a su esposa para luego cerrar sus ojos al sentir sus suaves manos en su espalda.

—Quiero quedarme todo el día aquí contigo — susurró en su oído —Sé siente tan bien amor.

—Podemos quedarnos aquí y hacer aquellas cosas que hacíamos cuando éramos novios — dijo ella y se miraron, al piloto le había agradado  aquella idea.

—Dime todo lo que quieres que te haga mi amor.

—Quiero que...

Y en ese momento la puerta de su habitación fue abierta bruscamente, Charles apretó sus ojos cuando sus cuatro hijos se subieron a la cama para saltar mientras gritaba.
Se bajó de encima de su mujer para levantarse de la cama, se rascó la cabeza mientras que Liv solo se reía, eso era de todos los días pero ambos sabían que ser padres era lo mejor que les había pasado.

—Dejen de brincar — les pidió él —¿No deben de estar durmiendo?, es sábado y son las ocho — miró su reloj —Vayan a dormir porque mamá también dormirá.

—No queremos dormir papi, ¡queremos planear nuestro cumpleaños que es en un mes! — gritó feliz Chiara y brincó en la cama junto con sus hermanos gemelos y Jr solo se reía —Y ya sabemos lo que queremos para ese día.

La madre de los niños se acomodó en la cama y miró a Leclerc quien solo hizo una mueca, habían tenido una hermosa bendición de que sus cuatro hijos nacieron en la misma fecha. Eran del quince de octubre un día antes del cumpleaños del monegasco.

¿Era complicado planear fiestas para cuatro niños?, lo era y ambos lo sabían.

—Junto con su padre pensamos en que podríamos hacerlo de una sola temática.

Negaron rápidamente y se bajaron de la cama para pararse frente a ellos pero Hervé agarró la mano de su padre y lo empujó para que se sentara a un lado de la mujer.

—Chiara quiere que su cumpleaños sea de la sirenita, Marc y Hervé se decidieron por el hombre araña y yo la quiero de formula 1 de Ferrari — dijo el mayor de ellos —Así que ¿en donde anotarán lo que queremos?

Ambos padres se miraron horrorizados, Olivia nunca les negaba nada y sabían que Charles tampoco pero era el más serio de los dos.

—De ninguna manera Jr.

—¿Por qué no, papá?, eres rico.

—Es millonario — lo corrigió Marc.

—Yo quiero una playa mami — dijo entusiasmada la pequeña —Y muchas rocas con arena, me sentaré ahí para tomarme la foto.

Liv se levantó de la cama y agarró su cabello con una pinza para luego mirar a sus hijos.

—No es por el dinero hijos pero es demasiado, siempre lo hacemos de una temática para los cuatro ¿por qué cambiarlo ahora? — quiso convencerlos al ver el rostro serio de su marido—Planear esto lleva de mucho tiempo y un mes no es suficiente, tienen que viajar a Italia para ver a la abuela.

Negaron nuevamente y la menor miró a su papá.

—Por favor papi — corrió para abrazarlo y mirarlo fijamente —Quiero ser la sirenita, por fi, por fi.

Los Leclercs | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora