Los Leclercs | Charles Leclerc

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—¡¿Una niñera?! — gritó Jr mirando a sus padres —No necesitamos una niñera mamá, yo puedo cuidar muy bien de mis hermanos sin ningún problema.

Su madre nego rápidamente y continuó guardando las cosas en una maleta.

—Es una niñera profesional hijo, solo será una noche. Tu abuela no puede venir y tus tíos tampoco, tengo que estar con su madre hoy por la noche en París y mañana mismo vamos a venir, solo será por hoy y Max nos la recomendó.

—Solo será por hoy y parte de mañana hijo — lo miró Olivia —Esta reunión es importante y vamos de manera rápida, tengo que estar con tu padre allá.

Él se cruzó de brazos y volvió a negar.

—Y si esa niñera hace bien su trabajo quizás la contratemos.

—¡Eso si no! — protestó mirando a su padre —Ya no soy un niño.

—Quizás tengas razón pero no eres responsable con tus hermanos Jr — suspiró Olivia —No vamos a llevar esto a discusión, vendrá una niñera y punto final.

Salió de la habitación dejandolo solo con el piloto.

—Papá..

—Ya dijo tu madre, solo será por hoy.

Giró sus ojos y fue el segundo en salir de la habitación, Leclerc apretó sus labios y continuó guardando las cosas que hacían falta en la maleta.

Minutos después bajó a la sala en donde estaba su mujer dándole instrucciones a sus hijos, Chiara estaba en su mundo viendo la televisión pero los gemelos y el mayor de ellos estaban atentos, no les agradaba la idea de una niñera.

Anteriormente habían tenido algunas pero no resultó nada bien, lograban que se fueran y se quedaban solos en casa sin decirle nada a sus padres.

—Y por favor, no hagan travesuras — les advirtió seria —No quiero que me llamen de la agencia y me digan que esa muchacha se ha regresado por que estarán el problemas.

La miraron sin responder nada.

—¿Me entendieron?

—Si mamá — dijeron al mismo tiempo.

—Yo no mami — le dijo Chiara levantándose del sofá con su cabello alborotado —¿Por qué vendrá una niñera?

—Tú no te preocupes amor — besó su cabello Charles —Solo hazle caso a ella y no hagas travesuras ¿si?

Asintió rápidamente y se sentó de nuevo en el sofá.
La diseñadora besó la frente de cada uno al igual que su esposo y caminaron a la salida.

—Cualquier cosa me llaman y mañana a primera hora Arthur vendrá, ella ya sabe las instrucciones.

Terminó de hablar el monegasco y cuando abrió la puerta ahí estaba la niñera.

—Buen día — saludó nerviosa al ver al matrimonio.

—Buen día ¿eres Laura? — asintió mirando a la señora —Bien, ellos son mis hijos — señaló a sus pequeños —Ya tienes las instrucciones y el número de mi celular está en el refrigerador, no olvides que Marc es alérgico a la mostaza y que a Chiara no le gusta lo agrio.

—Si señora Leclerc, entendido.

Asintió y miró nuevamente a sus hijos.

—Los veré mañana al medio día, los amo mis niños.

—Cuídense, también los amo — los abrazó Charles al mismo tiempo —Los voy a extrañar.

—¡Charles!