Me vestí de fiesta. Me puse un vestido blanco, hasta la rodilla, y unos tacones rojos. Me recogí el pelo en un moño despeinado y me maquillé un poco. Cogí mi bolso y bajé. Carlos me estaba esperando. Iríamos a la casa de Rodrigo y Paula. Ellos habían vuelto de su viaje de luna de miel y le habían preparado una fiesta sorpresa a Carlos, por su nuevo libro.
Llegamos a la casa. Carlos pensaba que sería algo informal. Sólo para cenar con Paula y Rodrigo. Al entrar salieron todos y gritaron: "¡Sorpresa!" Uno por uno, fueron felicitando a Carlos por su libro.
Bebimos, comimos y bailamos. Lo estábamos pasando realmente bien.
Mi amiga se veía enamorada. Abrazada y bailando con su marido. Ellos se daban algún que otro beso, de vez en cuando. Estaba muy feliz por ella. Por fin había encontrado al hombre de sus sueños.
- Ven, quiero enseñarte algo.
Carlos me llevó al ventanal para ver el cielo. Una gran luna llena estaba en lo alto. Estaba preciosa.
- Vamos –me dijo soltando nuestros vasos en una mesita –Desde arriba se ve mejor.
Me cogió de la mano y me dejé guiar. Me llevó a la misma habitación que la noche que lo conocí. Todo estaba a oscuras, pero ya sabíamos el camino. Llegamos al balcón y salimos al exterior.
- Se ve preciosa –sonreí.
- Tú también estás preciosa –me besó -¿Te acuerdas del día que nos conocimos?
- Sí, me trajiste a esta habitación para ver la luna. A Paula le pareció muy romántico –reí.
- Me gusta cuando sonríes.
- A mí me gustas tú –lo besé.
Cuando nos separamos nos quedamos mirando las estrellas.
- ¿Sabes? Una noche como ésta la describí en mi libro.
- ¿Sí? –me sorprendí -¿Qué escribiste?
- Estaban los dos mirando el cielo estrellado. Una gran luna llena brillaba en lo alto. Él se arrodilló en el suelo y sacó una cajita como ésta –dijo poniendo una de sus rodillas en el suelo y sacando, del bolsillo de su chaqueta, una pequeña cajita.
Yo me sorprendí. Llevé mis manos a la boca y sentí las lágrimas que querían salir de mis ojos. ¿Me iba a pedir matrimonio?
- Entonces ella se sorprendió y se puso las manos en la boca –continuó –Él sólo pensaba en pasar el resto de sus días con la mujer que amaba. Su gran amor –abrió, lentamente, la cajita y sacó un hermoso anillo.
- Marta, me gustaste desde el día que te conocí –empezó a decir –En una fiesta como ésta. En un día como éste. Con una hermosa luna llena, mirándonos, desde lo alto. Me enamoré de ti en la playa. Con esas sonrisas y esas miradas que me vuelven loco. Te amo, Marta, y quiero pasar el resto de mis días con la mujer de mi vida. Con mi gran amor. Con la niña de mis ojos. ¿Quieres casarte conmigo?
- Sí –dije sin dudarlo –Sí quiero. Te amo.
Me puso el anillo en mi dedo y me besó. Después nos quedamos abrazados, mirando el hermoso cielo estrellado. Con la única iluminación que la luz de la luna.
Lo amo y me ama. Vamos a casarnos. ¿Seremos felices, por fin?
FIN.
ESTÁS LEYENDO
Siempre tú.
RomanceLlevo 5 años en una mala relación. Mi novio me ha engañado con muchas mujeres. Siempre me pide un tiempo, me dice que está confundido y no sabe lo que siente. Pero yo termino perdonándole todo y volviendo con él. He conocido a otro chico. Es simpáti...