𝐈𝐋𝐋𝐈𝐂𝐈𝐓 𝐀𝐅𝐅𝐀𝐈𝐑𝐒 ─ Harwin Strong + Criston Cole

𝓘. 009

✙ Succession ✙

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—¿Dónde está Vaera? ¿Dónde está Rhaenyra?

—Majestad. Esto es lo último que cualquiera de nosotros desearía discutir en estas horas, pero considero que el asunto es urgente—Otto dijo mientras se acercaba a él.

—¿Qué es urgente?

—Su sucesión—Otto le dijo como si fuera obvio—. Estas tragedias recientes le han dejado sin un heredero obvio—Viserys negó con la cabeza, no podía pensar en esas cosas.

—El rey tiene un heredero, mi Lord Mano.

—A pesar de lo difícil que es este momento, Su Gracia, creo que es importante que la sucesión esté firmemente en su lugar para la estabilidad del reino.

—La sucesión ya está establecida... por precedente y por ley—Lyonel Strong les dijo—. ¿Decimos su nombre?

—Daemon Targaryen.

—Si Daemon siguiera siendo el heredero indiscutible, podría desestabilizar el reino.

—¿El reino? ¿O este consejo?—replicó Viserys.

—Aquí nadie puede saber qué haría Daemon si fuera rey, pero nadie puede dudar de su ambición. Mira lo que hizo con las capas doradas. La Guardia de la Ciudad le es ferozmente leal. Un ejército de 2.000 efectivos. Tú le diste un ejército, Otto.

—Nombré a Daemon Master of Laws, pero usted dijo que era un tirano. Como maestro de la moneda, dijo que era un derrochador que empobrecería el reino—Otto le dijo a Viserys

—¡Poner a Daemon al mando de la Guardia de la Ciudad fue tu solución!—Viserys gritó de vuelta.

—A medias, Su Gracia. La verdad es que Daemon debería estar lejos de esta corte—Otto le dijo con firmeza.

—Daemon es mi hermano. Mi sangre. Y tendrá su lugar en mi corte—Viserys les dijo.

—Que conserve su lugar en la corte, excelencia, pero si los dioses os acosan con otra tragedia, ya sea intencionadamente o por accidente... —empezó a decir Mellos.

—¿Intencionadamente? ¿Qué estás diciendo? ¿Mi hermano me asesinaría, tomaría mi corona?—Viserys cuestionó con incredulidad—. ¿Lo eres?! Por favor. Daemon tiene ambición, sí, pero no por el trono—Viserys les dijo con confianza, pero Daemon se quedó fuera de la puerta del consejo escuchando una suave risa ahogada en sus labios. Si su hermano supiera—. Le falta paciencia para eso—Viserys les dijo

—Los dioses aún tienen que crear un hombre que carezca de la paciencia para el poder absoluto, Su Gracia—Oto le dijo.

—En tales circunstancias, no sería una aberración que el rey nombrara un sucesor—Mellos le dijo.

—Bueno, ¿quién más tendría un derecho?

—El primogénito del rey.

—¿Rhaenyra? ¿Una mujer?—Lyonel Strong cuestionó—. Ninguna reina se ha sentado jamás en el Trono de Hierro.

—Eso es solo por tradición y precedente, Lord Strong. Si el orden y la estabilidad son importantes para este consejo, entonces tal vez no deberíamos romper 100 años nombrando heredera a una niña—Ofreció Mellos.

—Daemon sería un segundo Maegor, o peor. Es impulsivo y violento. Es deber de este consejo proteger al Rey y al reino de él. Lo siento, Su Gracia, pero esa es la verdad tal como yo la veo, y sé que otros aquí están de acuerdo. 

—No me obligarán a elegir entre mi hermano y mi hija—Viserys les dijo cada vez más agitado por el momento.

—No tendría que hacerlo, Su Gracia. Corlys le dijo—. Hay otros que tendrían un reclamo.

—¿Como su esposa, lord Corlys?—Viserys dijo con una sonrisa—. ¿La reina que nunca fue?

—Rhaenys era la única hija del hijo mayor de Jaehaerys. Tenía un fuerte reclamo en el Gran Consejo y ya tiene un heredero varón—Corlys les recordó.

—¡Hace unos momentos, anunciaste tu apoyo a Daemon!

—Si no podemos ponernos de acuerdo sobre un heredero, entonces, ¿cómo podemos esperar...?

—¡Mi esposa y mi hijo están muertos! ¡No me sentaré aquí y toleraré que los cuervos vengan a darse un festín con sus cadáveres!—Viserys les gritó pero suspiró derrotado—. Envía un cuervo a Oldtown.

—Inmediatamente.

•••

—Querida—Otto le dijo a su hija—. ¿Cómo está Rhaenyra?

—Perdió a su madre—Alicent le recordó.

—La reina era muy querida por todos. Me encontré pensando de tu propia madre hoy.

—¿Cómo está Su Gracia?—Alicent ofreció.

—Muy triste—Admitió—. Por eso envié por ti. Pensé que podrías acudir a él... ofrecerle consuelo.

—¿En sus aposentos? No sabría qué decir.

—Para—dijo, golpeándole la mano, ella se estaba hurgando las uñas y le sangraban—Se alegrará de recibir una visita. Podrías ponerte uno de los vestidos de tu madre—Él ofreció.

Hola holaaa

Espero hayan tenido un bonito mes de Junio.

Me siento muy feliz de poder seguir actualizando.

Nos leemos en el siguiente capítulo.

Besos.