Ohm - Golden Kings #2

ONCE

El calor se encendió a través del cuerpo de Ohm, la deliciosa presión en su polla lo sacudió del sueño.

¿Estaba soñando de nuevo? Dios, esperaba que no. Se sentía demasiado bien para ser un sueño. Empujó sus caderas hacia delante, un gemido escapando de él cuando se encontró con un firme y redondo culo empujando contra él en respuesta. Ohm clavó sus dedos en la carne suave de las caderas antes de deslizar su mano sobre y alrededor de donde él encontró una polla dura que tensa contra el material suave de la camiseta de los pantalones del pijama

—Mmm, se siente tan bien, —murmuró Fluke en voz baja, su voz entrelazada con el sueño mientras continuaba frotando su trasero contra la erección rígida de Ohm.

Ohm enterró su cara en los gruesos rizos oscuros del cabello de Fluke e inhaló profundamente, la mezcla de champú y el aroma de Fluke lo hizo golpear sus caderas hacia adelante. Fluke emitió un gemido decadente que fue directo a la ingle de Ohm, y se preguntó qué se sentiría al estar enterrado en lo profundo de Fluke. Quería pasar su lengua por cada centímetro del cuerpo de Fluke, quería disfrutar de su aroma y darse un festín con sus partes más íntimas. Fluke agarró la mano de Ohm y se la deslizó por debajo de la cintura de sus pantalones, dibujando un gemido de Ohm.

—Fluke.... —Ohm estaba enroscado a su alrededor, sus cuerpos apretados de la cabeza a los pies, y llenaba a Ohm de tanta satisfacción. Estaba cómodo y tan a gusto—. Deberíamos parar.

—¿Por qué?

—Porque esto cambiará nuestra relación, y no quiero que esta situación en la que estamos sea la razón por la que hacemos esto —Ohm sacó su mano de los pantalones de Fluke, esperando que Fluke lo entendiera. Fluke significaba mucho más para él que un polvo rápido. Después de todo lo que Fluke había pasado, aún estaba pasando, Ohm no quería apresurarlo a hacer algo para lo que quizás no estuviera preparado. Luego estaba todo lo que pasó anoche. Fluke se volvió hacia Ohm, la claridad e intensidad de sus ojos cogiendo a Ohm desprevenido, forzándole a despertarse.

—¿Crees que lo que está pasando entre nosotros es el resultado que mi vida está en peligro? ¿porque estamos atascados juntos?

—¿No es así?

Fluke entrecerró los ojos.

—Mi vida no estaba en peligro cuando nos conocimos. Me llamaste precioso. ¿Recuerdas eso?

—Sí, pero...

—Dime que no sentiste nada entre nosotros en el momento en que Tay nos presentó, porque sé que lo hice, y recuerdo claramente la forma en que me miraste.

—¿Cómo te miré?

—Como si fuera la cosa más hermosa que jamás hayas visto.

Ohm sintió como se le calentaba la cara. Puso una mano en la mejilla de Fluke.

—Tienes razón. Me sentí atraído por ti en el momento en que te vi.

—A mí me pasó lo mismo. Quizá no quieras oír esto, pero eres parte de la razón por la que rompí con Steven.

Ohm lo miró fijamente.

—¿Qué?

—Después de salvarme la vida, sólo podía pensar en cómo habías hecho más por mí en unos minutos de lo que Steven había hecho en los años que habíamos estado juntos. Nunca he estado con un tipo que me tratara como si fuera algo precioso.

—Pero lo eres, —dijo Ohm, acariciando su pulgar sobre el labio inferior de Fluke—. Cuando te preocupas por alguien, eso lo hace precioso.

—¿Ves? Después de conocerte, de pasar casi nada de tiempo contigo, me di cuenta de lo jodida que era mi relación con Steven. Merezco algo mejor. Cuando Steven me dijo que te echara, que era él quien tenía derecho a estar allí, me di cuenta de cuánto quería que te quedaras en vez de él. Fue suficiente para mí decirle que se había acabado.