𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 24

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Otro día iniciaba en Solaria, la felina se levantó con un semblante iluminado en su cara, el leve brillo del sol entrando entre las cortinas de su balcón. Con energía, esta fue a su baño y empezó a prepararse para ese día, las clases de cocina que tendría en unas horas, los pequeños asuntos y deberes que tendría en ese día, y finalmente, pasar la noche relajándose junto al cobalto y sus amigos.

-Buenos días majes...- el grisáceo escuchó el caer del agua en el baño de la gata- vaya, Blaze se está levantando más temprano de lo usual...- este salió de la habitación.

Sin perder el tiempo, la gata se puso algo más... informal a comparación de su ropa habitual, siendo un pantalon suelto de color morado, una camisate blanca y cambio sus guantes con detalles peludos por unos comunes.

-Buen día, chef- dijo esta entrando a la cocina.

-Buen día majestad...- observó la vestimenta informal de la gata- ¿por qué no tiene su vestido de siempre?

-reconozco que existe la posibilidad de que me ensucie aprendiendo a cocinar...- la gata se puso un delantal- por lo que vine preparada... ¿Empezamos?- la expresión animada y determinada de la gata le pareció... adorable, al chef.

-hmph, bien- este se preparó y llevó a la gata hacia la zona de corte- la reina se nota amigable... Tendré que ser el mejor maestro entonces- pensó.

-Bien, me interesa empezar por cómo hacer un desayuno.

-Como desee majestad- el cocinero convoca a sus asistentes- traigan los ingredientes necesarios para el desayuno.

Varios ayudantes de cocina aparecieron con todo tipo de ingredientes y demás. Tales como huevos, tocino, harina, frutas y todo lo relacionado con un desayuno completo y saludable.

-Bien, primero preparamos los materiales- el chef tomó un huevo, lo partió con cuidado contra la mesa y vierte la yema en un boul.

-¿así?- esta hizo lo mismo que el chef, eso sí, una que otra cáscara cayó en el boul.
















































...
































Mientras tanto en la dimensión del erizo.

Este se hallaba caminando por el bosque de Crystal lake, le sorprendió que a pesar de haber sufrido un incendio hace unas semanas, se estaba recuperando con velocidad.

-Hmm- miro las piedras y árboles destruidos por una fuerza aparte de las llamas.

-¿Estás bien?- preguntó la vulpina detrás de él.

-si... solo que- este pensó bien sus palabras- no se porque me pasa esto... todo lo que hecho es vivir mi vida relajado y tratando de ayudar a los demás en el camino...

-y a pesar de todo eso sigues aquí, no te rindes... No creo en el destino, pero sé que todo esto que está pasando pronto valdrá la pena.

-tal vez tengas razón...- el erizo levantó las orejas- ¿tienes planes para hoy?

-si, tengo que crear el anulador del Holo-skin... pero tal vez mañana si este libre- esta miro su tableta- volvamos, se están presentando algunos inconvenientes en la ciudad... y de paso desayunamos.

Al volver a la base desayunaron, o bueno, la vulpina desayuno, el erizo no tenía ánimos, los tales inconvenientes eran los típicos, un incendio, un choque, sacar a algunos ciudadanos de un derrumbe y las típicas labores del héroe.

𝕷𝖆 𝕷𝖎𝖒𝖊𝖗𝖊𝖓𝖈𝖎𝖆 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝕻𝖎𝖗𝖓𝖈𝖊𝖘𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora