𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 31

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Antes de que siquiera los soldados pisaran un centímetro de aquel pedestal, el equidna pisó el suelo y se interpuso en el camino de los soldados.

-¡Hey! ¡¿Quién les dijo que podían pisar mis terrenos como si fueran a su casa?!- dijo enojado el rojizo y con sus puños en alto, en señal de pelea.

-hmph- el general levantó su palma en señal de paz para sus soldados, los cuales levantaron sus armas ante la postura hostil del rojizo, ante la señal de su general, estos bajaron las armas- piénselo, señor Knuckles, el que Shadow halla desaparecido y su esmeralda, sugieren que ese erizo plateado del que ustedes hablan... tiene su esmeralda al no haber registro alguno de su energía en esta dimensión... solo permítanos proteger la Master Emerald... solo piense en el bien de su esmeralda...- este propuso, conocía la afición y responsabilidad de ese rojizo hacia esa gema.

-hmm...- el equidna bajo su posición de pelea, viendo ese análisis del general, tenía sentido de que ese erizo busque las esmeraldas, ya tenía la del azabache, ¿que clase de situación es esa? ni Eggman había logrado tales hazañas- bien... pueden poner su equipo... pero si llego a ver que le hacen algo a la Master Emerald...- este hizo crujir sus nudillos en señal de amenaza, los soldados siguieron con normalidad hacia el pedestal.

Varios helicópteros llegaron aparte de los primeros tres, estos cargaban una especie de cargas, los soldados sacaban varios artefactos de esas cajas metálicas y caminaban a los extremos de la isla, tal alboroto género que cierta murciélago que descansaba en un carpa en la isla despertará.

-¿Knuckles?- dijo adormilada, pese a sus actividades de espionaje y busqueda eran faciles, tal fue el esfuerzo de volar por horas buscando al azabache la dejaron exhausta- ¿que...? ¿qué está ocurriendo aquí? ¿Esa es la G.U.N?...- no esperaba que la organización militar estuviera en ese lugar, ¿acaso la buscaban?

-Agente Rouge...- dijo sorprendido el general, no recibía noticias desde ayer de la blanca- requiero de sus servicios de espionaje- dijo cordialmente.

-oh... entiendo...- la murciélago iba a entrar a su carpa para vestirse con su típico uniforme ajustado, la cual instalo para poder descansar en la isla, cortesía del rojizo, pero al intentar entrar, el rojo la detuvo en su camino, con delicadeza claro está- ¿Knuckles? ¿qué estás haciendo?

-por favor Rouge... gastaste demasiada energía ayer buscando a Shadow... date el lujo de descansar...- dijo con cierta preocupación el equidna, un cambio gigantesco a comparación de hace dos años, la blanca levantó una ceja con una leve sonrisa, le parecía tierno el que ese testarudo equidna se preocupara de esa manera por ella- deja tus trucos- conocía que esa mirada era con el fin de que este cediera sus encantos y está hiciera lo que quisiera- deja de ser terca y orgullosa...- este tomo las manos de su pareja- por favor... solo no quiero que algo te pase...

-hmph....- la blanca sonrío con dulzura, le parecía encantador ese lado del rojizo- está bien Knucky... Pero cuando me recupere, no me detendrás.

-bien...- la murciélago se retiró a su carpa para seguir descansando mientras el equidna de quedo con él general- ¿Tiene algún problema?

-Parece que una de mis mejores agentes tiene sus límites...- pensó el general, siempre vío a la blanca como una espía sin ningún jefe.

-escuche... Sé que Rouge es una espía excepcional, pero ella necesita descanso... no me importa que vaya a hacer para evitarlo...

-Tsk...- el mayor frunció el ceño, sabía que ese equidna nunca decía palabras vacías, y ocasionar una pelea o escena con este podría generar un problema con el erizo azul, y con su estado actual, lo mejor es no generar ciertos desacuerdos con este- bien... como usted quiera...

𝕷𝖆 𝕷𝖎𝖒𝖊𝖗𝖊𝖓𝖈𝖎𝖆 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝕻𝖎𝖗𝖓𝖈𝖊𝖘𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora