𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 27

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La gata se encontró con el azabache en el lugar acordado, la gata invitó al azabache a su dimensión y por ende, a su castillo.

-vaya Blaze, este lugar sí que es elegante...- dijo viendo los finos decorados de la estructura- entonces... ¿ya lo pensó?

-si... pero si queremos "conectar" tenemos que conocernos...- dijo mientras iba hacia su habitación.

-Buen día majestad- el mayordomo noto la presencia del azabache- ¿quien es su amigo?

-es un invitado...- dijo secamente, no quería que el koala malinterpretará el que llevara a alguien que no era el erizo azul a su cuarto.

-un gusto, señor- este estrecho la mano del koala, aparte de su naturaleza cortez, este buscaba darle una buena impresión a la gata.

-eh, si, también es un gusto, señor- dijo el koala algo extrañado, se notaba claramente que ese erizo tenía ciertas intenciones con la felina.

-vamos- esta jalo del brazo al erizo azabache, si en si le estresaba saber que este la podría delatar, su actitud no ayudaba.

-je, ¿acaso está ansiosa, majestad?~- ese comentario le desagrado, ¿quien se creía ese erizo?.

Al entrar, la gata fue directo a su escritorio, está se acomodó y empezó con su labor del día.

-vaya, la vida de reina sí que tiene trabajo ¿eh?- dijo viendo los distintos documentos en la mesa- su rey debería ser alguien responsable y que le ayude con todo esto...- era obvia esa indirecta, la gata simplemente torció la boca y siguió con su trabajo.

El azabache empezó a recorrer la habitación, viendo las distintas comodidades que tenía la gata en esta misma, su atención se fijó en el closet.

-¿hmm?- expresó al ver que este tenía seguro, que secretos tendrá- hmph, ¿que tipo de secretos tendrá?~- dijo con malicia.

-nada que sea su asunto...- dijo sin despegar la vista del escritorio.

Cómo agradecía que el erizo azul no hubiera revisado ese lugar, hubiera sido el fin de todo...

-je, si sigue con esa actitud tan molesta, me veré obligado a...- miró la expresión de la gata, se notaba furiosa, la estaba manipulando de la forma más cobarde y sin escrúpulos jamás vista- oh, no me mire de esa forma, me hara ruborizar~.

-tsk- está frunció el ceño, será un largo, pero muy largo día- deme unos minutos y podremos conversar con propiedad...

Pasadas dos horas, la gata terminó, le sorprendió la paciencia del azabache, al parecer si estaba determinado en conocer a la gata.

-Bien... ¿Qué le apetece hacer para conocernos?- dijo el azabache al ver que la gata se levantó.

-Pues... caminemos, me gusta la tranquilidad de los bosques...- dijo con tal de que la gente de su reino y el mayordomo no los vieran juntos.

-no soy idiota majestad, ¿cree que soy igaul de estupido que la eriza rosa?- dijo con sarcasmo.

-Bien... si usted cree que haré eso, no haremos nada...- esta se cruzó de brazos y se volvió a sentar.

-hmph, me gusta esa actitud tan manipuladora~- la gata frunció el ceño, todo lo que despreciaba el erizo azul y por ende la gata, lo tenía ese erizo. Este se encogió de hombros- bah, como si usted pudiera hacer algo contra mí...- dijo egocentricamente- vamos.

Ambos caminaron hacia las afueras del reino, fue una caminata silenciosa, se notaba la desconexión entre esos dos.

Al llegar a un bosque, uno no tan agobiante, un pequeño espacio en donde las copas de los árboles no opacaban la luz del sol.

𝕷𝖆 𝕷𝖎𝖒𝖊𝖗𝖊𝖓𝖈𝖎𝖆 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝕻𝖎𝖗𝖓𝖈𝖊𝖘𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora