XII. Secuelas de memoria

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Wei WuXian estaba sobre el sofá leyendo una novela oscura, con bastante dramatismo y visceralidad. La había notado en su visita a la librería junto a Lan WangJi, y pagó por ello por mera curiosidad. Sin embargo, la curiosidad se convirtió en interés. Terminó leyendo un puñado de capítulos desde la noche anterior, viéndose a punto de concluir la historia.

Desafortunadamente, su libro tuvo que esperar, fue alertado por el sonido del timbre en la primera planta.

Lan WangJi no se mostró extrañado. Los artículos para la guardería de conejos seguían llegando a su puerta de vez en cuando. Wei WuXian había hecho compras express hacía unos días y seguía al pendiente de la entrega.

"Yo atenderé, Lan Zhan. Sigue trabajando".

Lan WangJi asintió. Dio un vistazo breve y regresó al contenido en la pantalla del monitor.

Bajó de las escaleras dando trotes, cual niño pequeño, y tatareó. Al abrir la puerta se encontró con un rostro familiar. Un rostro conocido porque dormía con él a su lado. La diferencia es que este rostro tenía una sonrisa diplomática. Supo que se enfrentaba al hermano de Lan WangJi, con quien compartía un gran parecido.

"... Wei WuXian", dijo el hombre perdiendo todo buen humor. Su semblante fue frio, tan frio que contuvo el deseo de estremecerse. Sus ojos avellana se mostraron poco iluminados. "¿Qué estás haciendo aquí?".

Wei WuXian contuvo el deseo de preguntar: '¿Qué haces tú aquí?', a sabiendas que Lan XiChen vivía cerca de los límites con QingHe, en la multinacional de la empresa familiar.

Ninguno de los dos habló primero, la tensión se hizo presente.

Wei WuXian: "¡Que descuidado de mí parte! ¡Pasa, pasa! el exterior es muy frío".

Lan XiChen avanzó. No dio una sola palabra amable, y se lo notó tenso. "¿Qué estás haciendo aquí?", repitió XiChen.

"¿Qué hago aquí? ¡Yo vivo aquí!".

Lan Huan tuvo esa expresión de 'qué absurdez'. Asumiendo que Wei WuXian se había golpeado la cabeza con tanta fuerza que había comenzado a distorsionar la realidad.

"Necesito hablar con WangJi con urgencia".

"Oh, ¿buscas a tú hermano? ¡Lo llamaré!", Wei WuXian giró sobre su eje y se dispusó a informar a Lan WangJi sobre la presencia de su hermano mayor. No pudo evitar sentir gran incomodidad sobre la mirada que se clavó a su espalda y la poca familiaridad del hombre. Antes de subir el tramo de las escaleras. Trató de ser lo más hospitalario. "Puedes instalarte cómodamente mientras regreso".

Lan XiChen frunció el ceño, y Wei WuXian saltó los peldaños de dos en dos.

Dio un par de golpes a la puerta del estudio. Lan WangJi atendió extrañado. No era usual que Wei WuXian llamase, mucho menos en el espacio compartido. Forzando una sonrisa jovial, dio informe de la situación.

"¿... Xiongzhang?, ¿por qué está aquí?".

"No lo ha dicho, pero parecía sorprendido de mí presencia".

"..."

"¿No le caigo bien?".

"No es eso..."

"¡Es porque estuve en prisión y ahora debes ser la burla de tú familia! ¡Aiya, Lan Zhan!, ¿por qué no lo dijiste?"

Lan WangJi dio un ligero apretón contra su brazo, y sonrió. "Wei Ying, todo estará bien".

Wei WuXian le creyó.

Sentimientos destinados a ser, y no fueronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora