Cuando Wei WuXian abrió los ojos, no pudo evitar sentir dolor y abatimiento.
Lo había recordado. Al menos una parte del pasado. En una infancia difícil, el primer encuentro con Lan WangJi y la manera en que terminó en prisión. Aún quedaba el misterio de sus años como adolescente hasta la adultez temprana terminando en prisión. Además de sucesos compartidos en Yiling de los que no tenía ni idea.
Sintió las lágrimas derramarse desde los costados. Subió su mano hasta los ojos y se empapó. Limpió con cierta violencia. Siendo tosco en sus acciones. La respiración se engrosó y se vio incapaz de soportar las prendas que tenía encima. Giró hacía el costado de la cama, pero estaba vacío. Al palpar las mantas se percató de lo frías que estaban las sábanas, supo que Lan WangJi había abandonado su lado hacía mucho tiempo.
Se sentó, con dificultad. Sus extremidades tuvieron problemas para obedecer sus órdenes. Contuvo los deseos de hiperventilar, y forzó una respiración profunda.
No pudo evitar sentirse triste y miserable por la falsa vida a la que se acostumbró. Deseó llorar por la mentira.
Tuvo sentimientos encontrados. En amor, culpa y desprecio hacía Lan WangJi, por ocultar tan descaradamente la verdad. No es que pudiera culparlo, ni siquiera Wei WuXian tenía ánimos de recordar su propio pasado.
Pronto supo que el desprecio desmedido hacía Lan WangJi era injustificado.
Tenía derecho a estar enojado pero no a aborrecer para siempre, cuando todo lo que hizo fue prepararle el desayuno, permitirle dormir hasta tarde e instar a salir en paseos inocentes y desenfadados.
Se dejó caer contra la almohada. Tenía el olor a Lan WangJi, así que se apartó tratando de no pensar más en él. Pronto cayó en cuenta de que había sido el propio Wei WuXian quién le había acosado hasta el cansancio para tener un montón de relaciones sexuales intensas.
"Qué imbécil", se dijo a sí mismo.
No pudo evitar pensar, con gran dolor, y nostalgia, que le hubiese gustado ser el esposo de Lan WangJi, pero, con toda la mierda por detrás y ahora esa desagradable mentira, ya no podían volver a lo que eran, ni hacer de cuenta que sus sentimientos eran toda una farsa.
Fue como si sus corazones, sus sentimientos siempre se destinaron a ser, y no fueron. Ahora, jamás serían. Jamás serán nada.
Salió de la cama y se dirigió a las escaleras a gran prisa. Dejó todo atrás, apenas la ropa que tenía puesta, su billetera con una tarjeta vieja del autobús.
Se colocó una chaqueta para el frío mientras se apresuraba hacía los peldaños de la escalera, y saltó sobre el tobillo malo para colocarse los zapatos de exterior.
Haría cumplir su plan en prisión. Desaparecer para siempre para que nunca pudieran encontrarlo de nuevo.
Tomó la perilla de la puerta y abrió con tanta fuerza que estuvo a nada de dislocarse el húmero por la fuerza.
Lan WangJi se notó curioso y confundido. Abrió mucho los ojos, y ambos se paralizaron de pasmo.
"Lan WangJi", llamó sorprendido.
No sabía la hora del día, pero debía ser bastante tarde. Entonces, ¿donde había estado él?, divisó las bolsas de compras en mano y se hizo una idea.
Lan WangJi mantuvo una mirada firme, a espera de encontrar reconocimiento. Cualquier cosa, pero no lo hizo. Wei WuXian estaba demasiado conmocionado. De esta manera, Lan Zhan cedió primero.
"Lo siento, Wei Ying debió estar preocupado", dijo. Su atención bajó hacía las bolsas. Pronto cayó en cuenta de que no eran compras, era comida. Lan WangJi había salido temprano en la mañana para comprar hot pot. Por el olor a especias, supo que había comprado la versión picante para él. "Wei Ying debe tener hambre".
ESTÁS LEYENDO
Sentimientos destinados a ser, y no fueron
Romance"Yo te conozco. Nos conocemos. No eres un extraño". El chico asintió. Las hebras largas se derramaron por los costados como la seda más pura, y contrasto con la piel pálida de jade. "Nos conocemos", aclaró. "¿Que soy para tí?", de alg...