Tal vez Wei WuXian no era capaz de recordar su pasado, pero, pudo aseverar que el madrugar jamás formó parte de su estilo de vida.
Lan WangJi llamó a la puerta de su habitación temprano, tan temprano por la mañana que el sol aún no terminaba de alzarse por el este. Encendió las luces artificiales, y el espacio se bañó en una luz blanca enceguecedora.
Wei WuXian tomó los extremos de su manta y se cubrió hasta la cabeza. Emitió una queja miserable e intentó volver a dormir. Desafortunadamente, fue imposible. Rodó sobre su costado una, dos y tres veces. Lo que le puso de un pésimo humor matutino.
Lan WangJi encendió el televisor en el canal de noticias y tiró de la manta con más fuerza de la que lo creyó capaz.
"¡Lan Zhan!, ¿por qué hiciste eso? Tengo sueño", lloró con falsa miseria.
"Wei Ying debe levantarse, es hora de irnos".
La promesa de libertad le hizo resplandecer. Luchó contra el bostezo y se apoyó sobre el puñado de almohadas. El olor a comida llenó sus fosas nasales, en respuesta, su estómago rugió. Si Wei WuXian no tuviese una cara tan gruesa, se hubiese avergonzado. Pero, en su lugar dijo: "¿Qué me trajiste de desayunar?".
Lan WangJi tendió una bolsa de papel de alguna cafetería popular. Al menos el logo le resultó medianamente conocido. Un batido grande también le fue cedido. Era una combinación de frutas. Con un dulzor regulado, y la combinación apropiada. Notó tintes de vegetales pero prefirió ignorarlo.
Wei WuXian se abalanzó sobre el emparedado caliente relleno de diferentes carnes y variedad de verduras con hoja. A mitad de la comida divisó el semblante paciente y amable de Lan WangJi. Parecía complacido de verle comer como un cerdo, y se avergonzó. Wei WuXian no pudo evitar hablar con la boca llena. Sus mejillas dolieron, y se obligó a tragar con dificultad. "¿Quieres un poco?".
"Ya he desayunado, Wei Ying puede comer tranquilo".
"¿Estás seguro?".
"Mn".
Wei WuXian dio un trago profundo a su bebida, y el fondo resonó a través de la pajilla. Todo era tan bueno, diferente de la comida del hospital, se preguntó si podría hacer una parada para conseguir más de esa bebida deliciosa.
"Entonces... ¿Cuándo podemos irnos?"
"En cuanto Wei Ying termine de comer".
"Oh, vaya, ¡eso es genial!". Wei WuXian no supo cómo sentirse al respecto. Los últimos días se acostumbró a la seguridad e intimidad de aquella habitación diminuta. Tomando siestas ocasionales, flotando con los analgésicos administrados, cotilleando con las abuelas, y pasando el tiempo con Lan WangJi.
Tuvo curiosidad por volver a su lugar, y retomar su rutina. Aunque, temió la pérdida de aquella paz doméstica que se le ofreció, a raíz de su pérdida mental.
Lan WangJi volvió al sillón empotrado en la pared marfil y consiguió una bolsa de ropa, de una de esas tiendas costosas.
¿Cómo sabía que aquella era una marca lujosa?, lo desconoció. Por un instante se preguntó si Lan WangJi o él eran así de ricos.
"Las prendas anteriores de Wei Ying se estropearon debido al... accidente".
"¿Se estropearon?".
"Tenían...", Lan WangJi se mostró incómodo de señalar que estaban empapadas de sangre, y Wei WuXian no lo obligó a decirlo. Fue más que evidente; hubo feas costras en su costado, donde la piel corzo el pavimento, y un par de suturas en el cuero cabelludo que lo evidenciaron.
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Sentimientos destinados a ser, y no fueron
Romansa"Yo te conozco. Nos conocemos. No eres un extraño". El chico asintió. Las hebras largas se derramaron por los costados como la seda más pura, y contrasto con la piel pálida de jade. "Nos conocemos", aclaró. "¿Que soy para tí?", de alg...
