Si les soy sincero, me es difícil ahora irme de aquí, aceptar irme de aquí, mientras empacaba mis cosas se me venían aquellos recuerdos importantes de este lugar, tengo que partir y aceptar que mi vida aun no la puedo determinar por mi mismo.
Una de las empresas de mi familia se declaró en bancarrota para obtener liquidez y poder pagar a los empleados, lo que llevó al cierre de la empresa de mi padre. A pesar de tener muchos más proyectos de éxito, Leonardo mi padre consideró que no tenía suficiente dinero para invertir en mí para un lugar como este, por lo que decidió reintegrarme a mi antiguo colegio.
En un inicio quise escapar, ahora tengo un rechazo a esa idea infantil que tenía.
Antes de venir aquí, mis logros académicos eran promedio. Nunca recibí un diploma, nunca sali en los cuadros de honores, no gané premios en ningún deportes y era totalmente al margen.
Todos en algún momento tuvieron algo, los hijos de los amigos de mi padres tenían sus grandes logros, mis hermanos tienen su uno o dos logros que los destaca y diferencia, sin embargo yo era el promedio.
Fui obligado a venir a este lugar, ya que, no era lo suficientemente bueno para ser nombrado en una reunión de amigos hablando de logros de su hijo.
"Vida promedio, no me iba a encargar de las empresas de mi familia nunca y con suerte podría tener un trabajo promedio".
Así el señor Leonardo me dijo que era, en fin, decidió inscribirme aquí, para que aprendiera a representar bien su apellido.
Llegue desde el principio con el pie izquierdo, ni siquiera entraba a clases o a todas las clases, en cada clase de otro salón solamente me unía y los mismos profesores me ignoraban, lo único que les preocupaba es que no molestara a los demás. Sin embargo, encontré a tres compañeros con los que me hice amigo y juntos decidimos explorar más allá de este lugar que odiaba. Quería encontrar una forma de escapar.
Fue entonces cuando el profesor de francés me ayudó a establecer un objetivo al presentarme a Rafael. Mi vida cambió y de alguna manera comencé hacer más humilde, empático y amable. Me di cuenta de mi lugar frente a los demás, y gracias a eso pude llevarme bien con Massiel, pedirle perdón a Amanda y conocer a Nani, además del ratoncito que ha sido tan bueno conmigo.
En fin, no he tirado la toalla, solamente que aquí no hay solución para mí, en este momento. Planeo despedirme de Lucia y Masiel explicándoles mi situación a través de un mensaje, pero no puedo hacer lo mismo con Amanda, así que voy a buscarla personalmente.
—Daniela, creo que tenemos que hablar —dije en tono bajo.
—Te escucho daring, mi intuición me dice que me vas a decir algo malo —respondió Daniela haciendo un puchero.
—Siempre haces cosas que me impresionan, me encanta conocerte y saber cada vez más de tí, sin embargo ¿Qué te dice tu intuición en este momento ? —pregunté, levantando una ceja en señal de sorpresa.
—No es que tenga un don super avanzado es solo que aprendo de las situaciones —respondió Daniela, cruzando los brazos y asintiendo con gesto de comprensión—. Cada vez que vienes y me hablas de "Daniela", queriendo ser único, nunca es buena noticia, ¿me equivoco?
—Estás volviendo más difícil lo que te quiero decir —suspiré, frunciendo los labios y encogiéndome de hombros.
—Andy, mi amor, yo sé que puede ser algo malo, pero estoy segura de que lo podemos enfrentar los dos. Confía en mí —dijo Daniela, acercándose y poniendo una mano reconfortante en mi hombro mientras se veia que queria acostarse en mi pecho.
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Colegio de ricos, seguramente no te lo puedes permitir
Teen Fiction¿Por qué una persona inscribiría a sus hijos en una academia de solo estudiantes adinerados? No, no es por los contactos. En la Escuela de Excelencia Gonzáles, especializada en llevar tus habilidades y destrezas al máximo nivel. Durante 25 años, han...