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Llegué a casa cerca de las cinco de la tarde, sabía que Dongwook estaba allí porque lo llamé para que fuera a la escuela por su hijo.

Al abrir la puerta y pasar a la sala, Dongwook y yo nos encontramos, ambos nos miramos serios y esperamos a que uno de nosotros hablara primero.

-¿En dónde estabas? Tuve que salir de una reunión para ir por Marcus a su escuela.

-Estaba en el hospital. - lancé la cartera en el sofá.

-¿Qué te sucedió?

-Tuve sangrado. - me senté frente a él - El doctor me pidió mantener reposo el resto del mes que me falta, pero eso se me hace imposible con todo lo que tengo que llevar en la casa.

-¿Qué tanto tienes que hacer? Prácticamente te lo estoy dando todo. - nuevamente me sentí molesta por su forma de hablar.

-Oye, no me das nada más que problemas. Desde que sabes que Marcus no es tu hijo solo te la pasas fuera de la casa con Yeri, me hablas mal, me tratas peor y ni siquiera te preocupas por si estamos bien o no. No sabes lo que me duele ver que no llegaste a dormir, que andas con esa maldita mujer todo el día haciendo lo que quieras, rechazas a tu hijo y a mí ni siquiera me pones interés, ¿En serio crees que eso es vida? No, no lo es.

-No estoy haciendo nada malo con Yeri.

-¡Eso dices! - hablé y mi cuerpo entero se tensó al sentir una punzada en mi abdomen, la cual me hizo callar de inmediato.

-¿Qué tienes? - Wook se levantó del sofá y se acercó a mí.

-Mi bebé, creo que va a nacer. - mi entrepierna se humedecio, rompí la fuente en medio de la discusión y no me había dado cuenta hasta que sentí esa primera contracción.

Di a luz a mi bebé esa noche, por ser mucho antes de lo esperado, el bebé fue a cuidado neonatal mientras que yo estaba en una habitación regular del hospital esperando recuperarme con rapidez para así poder irme a casa.

En el proceso de mi parto quise estar sola, Dongwook estaba siendo tan molesto en mi vida que no merecía estar a mi lado, ese privilegio se le había acabado el día que supo la verdad sobre Marcus y se enojó conmigo injustamente.

-¿Qué hiciste? No me dejaron pasar a la sala de parto.

-Les pedí que no te dejaran pasar. - me quedé tranquila.

-¿Por qué? Ese niño es mío, no tenías derecho a hacer eso.

-Dongwook, tus derechos sobre tu hijo comienzan ahora que nos vamos a divorciar.

-¿Qué? - cayó en su realidad justo en ese momento.

-Quiero el divorcio, no puedo estar con una persona que se enoja y me hace daño, que siento que me engaña y que me hace sentir insegura. Yo te amo, pero este no es el estilo de vida que yo quiero. Lo siento, pero nos vamos a divorciar.

Dongwook se negó a darme el divorcio, me juró mil veces que él jamás me había engañado y que si estaba distante era por la situación con Marcus, pero que nada de lo que él hacía tenía que ver conmigo.
Mi corazón estaba lastimado, así que sus palabras no me conmovieron ni un poco, él ahora tenía que recapacitar, ya que no estaba bien como él creía.

Salí del hospital y me fui a mi apartamento en el medio de la ciudad, hasta allí llegó una de las empleadas de confianza de la cafetería para ayudarme a limpiar un poco y para cuidar del bebé en lo que iba en busca de sus cosas a casa de Dongwook.

Al entrar a la casa de Wook, me topé con un rico aroma, alguien estaba cocinando, también había limpiado y ordenado todo a la perfección, así como lo hacía mi hermana cuando estaba en casa.

-¡Hola! - saludé solo para salir de dudas, ¿Quién podía estar allí?

-¡Hermana!

Y ahí estaba de regreso Gisela, con su cabello perfectamente arreglado, con su sonrisa hermosa como siempre y su perfección sobresaliendo de ella.

-¿Cuándo regresaste? - pregunté esto sin alegría, verla de regreso más bien me daba miedo.

-Hace una hora, aún mi esposo y mi hijo no lo saben. - llegó hasta mi lado y me abrazó, fue un abrazo punzante, como si me atravesaran el cuerpo miles de espinas. 

-¡Qué bueno verte! - me alejé de ella de inmediato.

-¿A qué viniste? No pensaba verte hoy.

-Vine por unas cosas de mi bebé.

-¿Bebé? - sonrió - ¿Tienes un bebé?

-Sí, apenas tiene tres días de nacido.

-¡Qué bonito! Pero aún no entiendo porque sus cosas están aquí.

-He vivido aquí durante este año en el cual desapareciste. - se puso muy seria - Ahora si me disculpas, tengo que ir por mis cosas.

-Creo que hay mucho de qué hablar entre nosotras.

-No es el momento, otro día vendré y hablaremos todos juntos lo que tú quieras. Al final tienes mucho que explicar, y eso no será agradable para ti. - sonreí.

Narra Dongwook

Regresaba a casa cuando vi a _______ salir en su auto, pensaba seguirla, pero ver la casa abierta me hizo detenerme y ver qué estaba pasando.

Entré y escuché ruido en la cocina, Marcus entró primero en esta y gritó de emoción al ver a alguien allí, enseguida lo seguí y casi me da un infarto al ver a esa mujer nuevamente.

-¡Gisela! - mis ojos no podían creer lo que veían, luego de un año ahí estaba esa mujer preparando la cena como si nada.

-¡Amor! - su sonrisa perfecta seguía intacta - ¿Cómo estás?

No pude responder, estaba helado e incrédulo.

-Papá, mi mamá está de regreso. - Marcus estaba en sus brazos, este sonreía ampliamente, incluso sus mejillas se veían con más color.

-Sí, pero ella debe hablar conmigo, así que dale un beso y vete a tu habitación.

Marcus le dio un beso a su madre y salió de la cocina corriendo.

-Vamos a empezar por lo primero. - me senté en el comedor - ¿En dónde estabas y por qué te fuiste?

-Fui a México, allí estuve todo este tiempo junto a un... - se detuvo.

-¿Junto a quién? - pregunté molesto.

-Me fui con un hombre. - asentí - Me fui con él porque me ofreció conocer el mundo, aceptó cumplir mis sueños y fantasías, por eso me fui y no pensaba volver.

-¿Sabes que sucedió todo este tiempo? - negó con la cabeza - Marcus enfermó y tuvo problemas en la escuela, yo me puse muy triste y llegué a buscarte hasta México junto a tu hermana, también me enamoré, me volví a casar y ahora tengo otro niño.

-¿Cómo qué te volviste a casar? Aún estamos casados.

-No cariño, me pude dovorciar de ti y quedarme con Marcus, quién no es mi hijo de sangre.

-¿Cómo sabes eso?

-Llegó la prueba hace más de un mes a la casa, creo que no la guardaste muy bien que digamos.

-¿Quién es tu nueva esposa? Bueno, supongo que debe ser Yeri o cualquier zorra del club.

-Es ______. - fui directo.

-¿Mi hermana? - asentí - ¿Qué dices?

-Ella estuvo aquí haciendo lo que tú debías hacer y fue así como se ganó mi amor, mi confianza y mi cuerpo.

-No puedo creerlo, la mataré. - Gisela golpeó fuerte la mesa.

-Calmada, todo esto fue gracias a ti, no debería molestarte. Además, estabas con un hombre, de seguro lo disfrutaste, así como yo disfruté mucho con _______.

-Esto no se va a quedar así, este es el comienzo de una guerra entre tú y yo.

-Como quieras, Gisela. 

...

La Oportunidad Que Me Brindo El Amor  (Lee Dong Wook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora