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La cocina me esperaba, tenía que hacerle la cena a Marcus primero, ya que debía ir a su clase de pintura esa noche y no podría cenar con nosotros.

Su abuela por molestarme, me dijo que iría con él a la clase, me tomó por sorpresa su decisión, pero a la vez era un alivio, ya que podía hacer la cena para todos y descansar un rato.

Marcus cenó, su padre lo cambió de ropa y luego se fue de la casa junto a su abuela y su tía a la clase de pintura.
Dongwook y yo nos quedamos en silencio en la casa, era un alivio un rato de paz en medio de la tormenta.

-Te ves cansada, ¿Vamos a cenar a un restaurante cerca de aquí? - Dongwook se acercó.

-¿Hablas en serio? - asintió - Pues vamos.

Fui por mi bolso y mi abrigo, luego regresé a la sala junto a Dongwook, quién estaba leyendo un artículo en el periódico.

-¿Tarde demasiado? - reí.

-No, solo me senté a leer este artículo porque me llamó mucho la atención su título. - cerró el periódico y se levantó del sofá - ¿Nos vamos?

-Sí.

Mi cuñado escogió un restaurante tradicional para ir a cenar. Al llegar a nuestra mesa, noté que el lugar era muy tranquilo, las mesas quedaban separadas entre sí y el aroma delicioso de la comida se esparcía por todo el lugar. 

Un mesero nos trajo la carta de menú, Dongwook fue quién ordenó por los dos, ya que me recomendó un plato en específico, también pidió una botella de vino y para el final dos margaritas.

-Perdón por elegir vino, pero es que deseo tanto una copa que no me puedo resistir más. - mi cuñado se excusó.

-No hay problema. - sonreí.

-Cuñada, hace días me estoy dando cuenta que la casa es un desastre.

-¿Qué? ¿Acaso no estoy limpiando bien? - me sentí avergonzada.

-No lo digo por eso. - sentí alivio - He notado que solo vivimos haciendo los oficios, detrás del niño y esperando noticias de Gisela, lo que para mí es agotador.

-No me había dado cuenta de eso. - tenía razón, yo había dejado a alguien más haciendo mi trabajo, pospuse mis planes y hasta dejé mi casa.

-Por esa razón te quiero invitar a un fin de semana en la montaña, podemos ir con Marcus y pasar un rato en tranquilidad en medio de la tormenta en la que estamos viviendo.

-Sí, iré con ustedes.

-Bien, será una gran experiencia. - mi cuñado sonrió ampliamente.

La cena fue realmente entretenida, Dongwook era un hombre realmente excepcional, su sonrisa nunca se borraba de su rostro, era muy atento y chistoso.

Llegamos a casa entre risas, al abrir la puerta y pasar a la sala, la madre de Dongwook estaba sentada en el sofá con la cara muy seria. Me puse igual de seria que ella y me paré a un lado de Dongwook.

-Los escuché reír, ¿Qué pasa entre ustedes? - la mujer comenzó con su discurso.

-¿En dónde está Marcus? - Dongwook la ignoró por completo.

-Hice una pregunta, ¿Qué hay entre ustedes? - la mujer se levantó para acercarse a mí - Gisela se fue y ahora te vas a meter con la otra hermana, otra que no sirve para nada.

-Señora Lee, no tengo ningún tipo de relación con su hijo. - admití seria.

-Madre, ya es suficiente. - Dongwook habló muy fuerte - Desde que me casé con Gisela me haces la vida imposible porque ella no te cae bien, dejaste de visitarme, de llamarme a mí y a tu nieto, ahora que Gisela no está, llegas y te metes con _______. Ya basta de tanto odio, porque a eso has venido, a atacar a ______ y a hablar mal de mi esposa delante de mi hijo, quién ya está afectado.

-No debiste casarte con esa mujer.

-Y yo no debí haberte aceptado en mi casa. - Dongwook abrió la puerta de su casa - Vete de mi casa en este mismo instante.

-Está bien, me voy para no volver jamás.

...

La Oportunidad Que Me Brindo El Amor  (Lee Dong Wook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora