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Era la hora pico del tráfico en las calles, normalmente salía antes para poder llevarle el pan a mi sobrino a su casa, pero ese día no sería posible.

Llamé a su madre, quién es mi hermana, para dejarle saber que no podría llegar a su casa para verlos, ella me dijo que estaba bien y que en la tarde esperaba verme. Recuerdo haberle dicho que sí y colgar la llamada.

Al ser repostera profesional, siempre tenía algo para Marcus, mi sobrino de 6 años de edad. Al ser mi único sobrino, nunca le negaba nada, ni siquiera ir de viaje por la ciudad entregando pedidos juntos.

Esa tarde, salí de mi cafetería en la ciudad y me dirigí a la panadería en la que vendía solo postres, allí dejé varios sacos de azúcar, harina y huevos que me habían pedido los empleados y luego me puse en marcha a la casa de mi hermana.

En frente de la casa de Gisela, me doy cuenta que las cosas no van nada bien, había allí varios oficiales de la policía, investigadores y hasta perros de la policía para olfatear a alguien en caso de una emergencia.

-¿Qué sucede? - me bajé rápido del auto y llegué hasta el lado de Dongwook, mi cuñado.

-Tu hermana debió llegar hace unas horas a la casa, pero no lo hizo, quise comunicarme con ella, pero no contesta su teléfono, el auto sigue en el trabajo y yo tuve que ir por el niño a la escuela, cosa que ella hace a diario.

-Dios mío. - tuve gran miedo al saber que mi hermana estaba en peligro. Gisela nunca fue así, siempre era responsable, puntual y muy atenta con su hijo.

-_______, ve a casa, quizás ella esté ahí esperándote.

-Está bien. Sí sabes algo solo llámame.

-Claro que sí.

Esa tarde se convirtió para mí en una pesadilla, y no fue por la desaparición de Gisela, si no por la llamada que ella me hizo cuando me encontraba en casa.

-______, soy Gisela.

-¿Qué rayos te pasa? La policía te anda buscando y tu esposo está desesperado por saber de ti.

-Hermana, salí del país por un tiempo.

-¿Qué? ¿A dónde fuiste sin tu hijo? - estaba aliviada por una parte, pero por otra no, ya que Gisela parecía hablar en secreto.

-No te puedo decir nada, solo quiero que sepas que estoy bien y que voy a demorar un poco en llegar. Por favor, ve a casa y cuida de mi hijo y dile a Dongwook que estaré con nuestros padres en Canadá por un tiempo.

-Oye no es mi... - la llamada se cayó.

No podía ir delante de Dongwook con esa mentira de que Gisela estaba con mis padres, era obvio que estos podían llamar en cualquier momento y hacerme quedar como una mentirosa, así que mejor me quedaría callada y esperaría a que algo sucediera.

Tres días más tarde, Dongwook llegó a mi apartamento cerca de las siete de la noche, con él venía Marcus, quién estaba muy enfermo.

-¿Qué le sucede al niño?

-Está enfermo, acabamos de salir del hospital.

-Por Dios, debería estar en su cama. - acaricié a mi sobrino.

-_______, se me está haciendo muy difícil todo esto sin ayuda de alguien, ¿Será que te puedes venir a casa con nosotros un tiempo en lo que Gisela aparece?

-Está bien, vamos.

Ya estaba preparada, solo me faltaba valentía para ir delante de ellos.

...

La Oportunidad Que Me Brindo El Amor  (Lee Dong Wook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora