GOOD GIRL

Las consecuencias

🕸️Nota: quizá hayan notado que no hay una descripción física de Nun y es porque me gustaría dejarlo a la imaginación de ustedes🕸️

—Está quedando horrible. —La chica dio su humilde opinión sobre la obra que pintaba el ojiverde consciente de que ella nunca podría hacer algo tan perfecto como eso. —Tírala y me dices dónde.

El muchacho se reía de las ocurrencias de Nun.

Tiziano era un joven italiano de veinticinco años que pintaba cuadros para gente adinerada y en sus tiempos libres salvaba su ciudad como Spiderman. Era cercano a Hobie, a quien le apasionaba cualquier forma del arte como método de expresión y revolución.

—Grazie, pero no postergues más el tema y dime si probaste lo que te dije.

—¿Sobre las maneras de decirle a un hombre que te interesa para que él dé el siguiente paso?

—Así es, ¿Cuál usaste?—Tiziano preguntó mientras agregaba más rojo a la pintura.

—Bueno, no dejé caer un pañuelo para que él lo recogiera, pero sí le di una razón para llevar uno consigo. —contó jugando con un pincel para fingir inocencia.

El italiano dejó de pintar y analizó las palabras de su amiga.

—Sei molto coraggiosa. —expresó asustado y a la vez emocionado por Nun. —Y, ¿qué hizo él?

Ahí es donde ni ella misma sabía.

Las acciones de Miguel decían que le gustó y a la vez su cara final decía que no. Huyó y no contestó su llamada con miedo de escucharlo decir que no la quería ver de nuevo y que lo había decepcionado.

—Creo que me van a echar de la organización. —Suspiró apoyándose en la ventana con hermosa vista a la catedral, la cuál estaba plasmada en un lienzo enorme junto a otros cuadros en el estudio

—¡No seas sciocca!—Nun se encogió, los italianos sabían reprender a alguien solo con alzar la voz. Tiziano dejó de golpe el pincel por un lado salpicando el suelo de rojo. —¡Sei uno splendore! Miguel O'Hara es un estúpido si no se ha dado cuenta de la mujer que tiene enfrente. No importa qué hiciste ese hombre debe de estar loco por ti ahora mismo.

A Nun se le estrujó el corazón, su mamá había sido la última en decirle lo preciosa que era.
Corrió a abrazar al italiano, quien la recibió con los brazos abiertos y el delantal lleno de pintura.

—Grazie, Tiziano.

Cuando Nun conoció a Miguel O'Hara ella no estaba en todos sus sentidos por la enfermedad de su madre. Fue en su primer viaje a otro universo tiempo después que su mente procesó al ser que tenía enfrente. No negaba que existían veces en las que estuvo a punto de recibir ataques del enemigo por estar distraída en la manera que se flexionaban y marcaban los músculos del moreno.

Nun no era consciente del autocontrol que poseía hasta que tuvo que aguantar las ganas de lanzarse sobre Miguel cada que se cruzaba en su campo de visión.

Amaba y le excitaba escucharlo dar órdenes, su forma de hablar sarcásticamente y cuando suspiraba molesto.

Le preocupaban a ella misma los absurdos celos que sentía del Lego Spiderman, pues el diminuto arácnido se posaba en los amplios y fuertes hombros de Miguel como si nada.

Algo que no salía de su cabeza en los últimos días eran los cumplidos que Miguel le hacía al Spider Lego cuando cumplía su deber. Ella también ejecutaba su palabra y no recibía ningún reconocimiento.

Eso despertó su instinto de rebeldía, quería que Miguel la buscara por las buenas o por las malas.

Aunque en ese momento las malas no le parecían muy buena opción.