Amigos

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Los amigos están ahí para apoyarte siempre y conocen tus miedos y debilidades.

Gwen, Hobie, Peter y Miles eran amigos de Miguel y Nun y usarían sus miedos y debilidades para que estos consiguieran la felicidad que merecían.

Podrán cuestionar sus métodos, pero no sus resultados.

Conocían perfectamente la rutina de un hombre quisquilloso como Miguel, la comida o la cena podían variar, sin embargo, el desayuno era siempre a las ocho de la mañana en la cafetería.

El spider cocinero ya tenía listas seis empanadas para el castaño de dos metros.

Gwen y Hobie entraron detrás de él y tomaron asiento en cualquier lugar confiando en que Miguel los escucharía. Después de recoger su comida normalmente se iba directo a su oficina a comer.

—¿Qué crees? Hobie—la tarea del punk era asentir y estar de acuerdo en todo lo que dijera la rubia. —Hablé con Nun hace rato.

El moreno que iba directo hacia la salida repentinamente decidió que era una excelente idea desayunar en la cafetería.

—Me dijo que no vendrá hoy porque irá a una reunión de exalumnos de su universidad.

—Cool. —Hobie era un excelente actor

Gwen tenía vista únicamente de su espalda, Miguel de verdad parecía comer como si no estuviera espiando la conversación de dos personas a 30 metros de distancia.

—Estaba emocionada porque irá un chico que le gustaba. —la muchacha se inquietó cuando notó que su objetivo había dejado de comer. —Intentará hablar con él porque al parecer él también está interesado.

—¿El chico que se parecía a Tiziano?—Gwen no se esperaba que Hobie le echara leña al fuego de esa forma aunque le pereció perfecto.

—¡Sí, ese!—la chica empezó a hacer señas para que su cómplice le preguntara la hora.

—¿Te dijo a qué hora?—rueda los ojos.

—A las 8, tal vez se empiece a arreglar desde las 6.

Dicho eso, Miguel se levantó y salió del lugar. La rubia y el pelinegro de acercaron a la mesa donde estaba y vieron que había dejado tres empanadas, de las cuales Hobie tomó una.

—¿Crees que haya funcionado?—Gwen miraba preocupada por dónde se marchó el moreno.

—He participado en movimientos más complejos que este. —Le ofrece una empanada. —Falta que Miles y Peter hagan su parte.

Lo que Miguel había escuchado era cierto, excepto por una parte. Nun sí iría a una reunión de la escuela y sí asistiría su viejo interés amoroso.

Pero ya estaba casado.

El grupo de arácnidos utilizaría el poco autocontrol del moreno para empujarlo a demostrar sus sentimientos.

O esa fue la idea que tuvo Miles al recordar las novelas que veía su mamá.

—¡Miguel! ¿Qué hay?—el adolescente solo recibió una mirada de soslayo. Desde su escondite, Peter hizo señas para que insistiera. —Eh... ¿Vas a tu oficina?

—¿No deberías estar en la escuela?

—Es día del amor y la amistad en mi universo, no me quedé al festival.

—Oh, wow. —Al pobre Miles le tocó la parte más difícil, pero a la vez rápida.

Provocar a Miguel.

—Oh, Nun me dijo que en el suyo también. —Por un segundo el chico notó algo en la cara del mayor y se esforzó más mientras lo seguía. —¿Por eso no habrá venido hoy? Seguro va a recibir muchos regalos o quizá tenga una cita. —Dos pulgares arriba fueron la señal de aprobación de Peter, quien quedó colgado del techo únicamente con los pies.

GOOD GIRLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora