Pacto

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Al decir esas palabras, Bakugou se relamió los dientes, burlándose y avisando lo que estaba por venir.
Se había terminado la sesión tierna del encuentro, para dar paso a la versión más hambrienta del héroe,  que ahora iba detrás de su propia culminación.

Tomando a (Nombre) de las piernas la giró sobre la cama para dejarla boca abajo con su estómago contra el colchón y se echó sobre ella, encontrando su pecho contra la espalda de la chica y posicionando su miembro entre sus piernas, ansioso de sentir de nuevo su estrecho interior.

(Nombre) levantó su rostro en busca de aire fresco pues se estaba asfixiando entre su cabello alborotado y la cama. Bakugou aprovechó ese movimiento para tomarla del rostro y girarla hacia él lo más que dio la flexibilidad de su cuello, acercando su rostro al de ella y plantando un aspero beso en su mejilla seguido de un tierno mordisco. 

-Prepárate cara de ángel, tal vez te lastime un poco.- advirtió el rubio.

-¡Katsuki!- apenas alcanzó a pronunciar (Nombre) debido a la punzada de dolor que sintió en sus entrañas, que la calentó desde lo más profundo. El miembro de Bakugou había entrado hasta lo más profundo de ella y el dolor era apenas soportable, pero fue seguido de una deliciosa sensación de placer que desconectó sus sentidos por completo, sus parpados pesaban tanto que no podía abrir los ojos, y a lo lejos escuchaba los suculentos gruñidos de placer provenientes de la garganta de su amante. 

Ambos gemían con cada embestida, sus corazones y respiraciones se sincronizaron, Bakugo marcaba el ritmo y (Nombre) lo seguía, retorciéndose de placer contra la cama, clavando sus uñas en cualquier superficie que se encontrara.

De pronto las bruscas penetraciones se detuvieron, el héroe tomó a (Nombre) de las caderas y la levantó, dejándola en una posición muy comprometida, de rodillas con las piernas ligeramente abiertas, exponiendo su sexo para darle paso libre a los violentos episodios del rubio, quien clavó sus dedos en las caderas de la chica, provocándole un delicioso escozor.

-¿Estás bien (Nombre)? ¿Puedes seguirme el ritmo?- cuestionó a la heroína mientras se preparaba para introducirse de nuevo en ella.

- Estoy bien, por favor continua. - confirmó (Nombre) ansiosa por seguir recibiendo el calor del rubio, quien con una sonrisa maliciosa atrajo las caderas de su prisionera lentamente, llenándola poco a poco. 

-Aaahh! Kats.. Katsuki, se siente demasiado bien.- vociferó la chica apretando su cara contra la cama tratando de ocultar su rostro de placer.

Bakugou la tomó del cabello de su nuca, regresándola a la posición que tenía, repitiendo su tortuoso y lento vaivén, sin soltarla de esa posición de sometimiento.

-No te escondas, quiero ver cómo lo disfrutas.- ordenó firmemente el rubio, aumentando la velocidad de sus embestidas y regresando las manos a las caderas de (nombre) para seguir marcando el ritmo de su pecaminoso baile. 

De nuevo sus gemidos se escuchaban a la par, aunque los de (Nombre) comenzaban a escucharse más como súplicas, hace tiempo que su cuerpo había superado el límite de placer que podía soportar, por su parte Bakugou era invadido por la lujuria y sentía como su miembro podía desbordarse en cualquier momento, deseaba continuar pero sabía que no podía contenerse mucho más. Cada embate lo acercaba a su climax, podía notarse en sus ojos rojos encendidos por el éxtasis. Sus caderas se movían rápido pero cada vez era más errático, sentía sus manos ardiendo contra el cuerpo de su compañera. Una húmeda sensación comenzó a correr desde sus piernas, anunciando lo que estaba por venir.

-(Nombre) voy a terminar, me estas volviendo jodidamente loco.- confesó Bakugou sintiendo cómo los músculos de su abdomen y sus brazos se tensaban, sus piernas comenzaban a temblarle y su vista se nublaba. Echó su cabeza hacia atrás, liberando el placer que se acumulaba en su interior, dejando escapar un ronco grito de satisfacción.

(Nombre) apenas era consciente de lo que estaba pasando, pero no pasó desapercibida la sensación del miembro de Katsuki palpitando y bombeando su culminación hasta la última gota dentro de ella. Suspiró satisfecha por haber complacido al rubio así como él lo habia hecho con ella. Su cuerpo sucumbió ante el cansancio y se tiró completamente en la cama, quedando dormida casi al instante.

Bakugo la observó y sonrió burlándose de la chica.
-Tsh idiota no te duermas tan rápido,  en serio terminé contigo ¿verdad?- comentó el rubio para molestar a la chica pero no tuvo más respuesta que la respiración profunda de la chica. Viéndola así solo pudo tirarse en la cama con ella, poniéndose contra su espalda, rodeándola con sus musculosos brazos para preservar el calor de sus cuerpos y así evitar que (Nombre) pasara frío por la noche.

Sus propios párpados comenzaban a pesarle también por el cansancio, así que se decidió a dormir, suspiró profundamente, dejando que el olor del cabello de la chica invadiera sus fosas nasales.

-¿Cómo demonios terminamos así?- dijo para sí mismo, y ese fue el último pensamiento que pasó por su mente antes de quedar profunda y placenteramente dormido.

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Hola lectoras bellas, espero hayan disfrutado la acción de los últimos episodios, aún no quiero terminar esta historia, así que agréguenla a su biblioteca para que no se pierdan las actualizaciones.
Besos.

El Héroe número 1 *Bakugo Y Tú* (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora