Día de trabajo

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Las obligaciones de héroe eran aburridas la mayor parte del tiempo, solo podían esperar una llamada de auxilio o una catástrofe para actuar, pero eso no pasaba tan a menudo. Esto no le ayudaba a Bakugo, que intentaba distraer su mente de los recientes acontecimientos con (Nombre). Sentía que si su cabeza estaba en blanco, su primer pensamiento sería ella. Decidió que la mejor manera de concentrarse sería patrullando. Inició en el centro de Tokyo, la ciudad más concurrida, y por lo tanto, donde se desataban la mayoría de los crímenes que necesitaban ser atendidos por Héroes. Aunque patrullar a plena luz del día no parecía la mejor idea para alguien tan popular, porque muy seguido su presencia atraía a las multitudes que le suplicaban por fotos o autógrafos. 

Fue cuestión de tiempo para que un montón de gente estuviera al rededor del rubio, provocando un desorden que terminó por arruinar el humor de Bakugou, irritándolo bastante. En un intento desesperado por escapar, se alejó corriendo para después encender sus explosiones y así emprender vuelo, abriéndose paso en el aire, aterrizando en una azotea de un edificio alto para ocultarse del barullo. 

Ahora no tendría otra opción que enfrentarse a sus propios pensamientos...

La imagen de (Nombre) apareció por si sola en su mente, y después el recuerdo del calor de su cuerpo estremeció a Bakugou, su olor, su suavidad, su voz, su respiración. No se le escapó un detalle, hasta que se perdió dentro de su ensoñación, al punto en que el cuerpo del rubio comenzó a sentirse caliente, la sangre empezó a hervirle, el efecto que la heroína tenía en la química de su cuerpo era inquietante. 

Bakugou sacudió su cabeza intentando despejarse, sacó su teléfono en un último intento desesperado por distraerse. No contaba con que su inconsciente lo traicionaría buscando a (Nombre) en una red social. En un momento ya estaba viendo sus fotos, disfrutando la vista. Casi automáticamente abrió el chat con (nombre), una mínima esperanza se albergaba en su pecho, el deseo de haber recibido un mensaje de ella. Pero no había señales de alguna interacción, su último (y único) mensaje era la foto que había sido tomada sin su consentimiento. Una sonrisa se le escapó al rubio mientras veía la foto, pero casi inmediatamente se dio cuenta y se sintió como un idiota. Miró al cielo y suspiró, decepcionado de sí mismo.

-Estoy jodido...- Dijo para si mismo, creyó que la solución sería deshacerse de su orgullo y escribirle a (Nombre) "voy a preguntarle si podemos vernos después del trabajo" resolvió después de multiples líos consigo mismo. Estaba a punto de empezar a escribir cuando apareció en su pantalla el aviso de que (nombre) estaba escribiendo-

"Te extraño Kacchan, no creí que serías de los que te cogen y se olvidan de ti"

El pecho de Bakugou se infló de felicidad y unas juguetonas mariposas aparecieron en su estómago

"hahaha idiota he estado ocupado, pero no me he olvidado de ti. NO VUELVAS A DECIRME KACCHAN IDIOTA!!" 

"a cierto, olvidé que a ti te prende que te diga Dynamight hahaha tienes unos raros fetiches por cierto"

"IDIOTA no te atrevas a hablar de mis gustos cuando tú eres una maldita pervertida que disfruta besando gente inconsciente"

"HAHAHAHA no mientas, a ti también te gustó, de seguro solo estabas fingiendo estar dormido"

Bakugou estaba divirtiéndose más de lo que sería capaz de admitir, solo con unos cuantos mensajes de ella. Aún así, no era suficiente para él, quería seguir la conversación en persona así que pensó en pedirle que se vieran, pero como siempre (nombre) Estaba 3 pasos delante de él...

"Oye Kacchan, en realidad te escribí porque no he dejado de pensar en ti todo el día, y realmente me gustaría verte... además creo que necesitaré ayuda con esto: " - Escribió la chica y le envió una foto suya frente a un espejo de cuerpo completo que tenía en su casa, en la foto se podía apreciar su traje de heroína completamente destrozado y algunos rastros de sangre, parecía haber recibido una buena paliza o haber sido arrollada por un tractor.

El Héroe número 1 *Bakugo Y Tú* (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora