El Héroe número 1 *Bakugo Y Tú* (+18)

Post Mortem

Un destello verde atravesó mis parpados, por un instante creí que se trataba de mi transición entre la vida y la muerte, pero un impacto colosal cayó desde el cielo, sentí cómo me aplastaban con toneladas de fuerza.

-¡¡¡¡1.000.000% DELAWARE DETROIT SMASH!!!!- El grito de Deku resonó en mis oídos al mismo tiempo que el sonido de un cristal rompiéndose, caí al suelo por el golpe y vi cómo la barrera que nos había estado cubriendo por fin era destruida en cientos de pedazos. Shigaraki también se desplomó, al quitarme su mirada de encima sentí cómo me liberaba del efecto de la telequinesis, aunque no podía moverme, la fuerza del golpe del One for All me dejó inhabilitada, de nuevo escupí sangre, mi vida aún estaba en peligro por el daño que mi cuerpo había recibido.

-¡Izuku! Encárgate de ese hijo de puta- dijo Bakugo, mientras me tomaba en sus brazos, de reojo pude ver cómo Deku inmovilizaba a Tomura de un solo golpe, la presencia del peliverde se sentía diferente, por un momento cruzamos miradas, sus ojos verdes estaban encendidos de ira, nunca pensé que él pudiera ser así de aterrador. 

-Gracias- dije esperando que al menos pudiera entenderme leyendo mis labios, porque mi voz era prácticamente inaudible.

En los brazos de Bakugo sentí una inmensa paz, cerré mis ojos mientras mi pareja nos elevaba en el aire, con una mano me sostenía a mi, y con la otra nos mantenía en vuelo. Pronto alcanzamos una velocidad que nunca había experimentado en mi vida, sabía que eso era por su desesperación de escapar y ponerme a salvo. Débilmente me aferré a su cuello con mis brazos y comencé a llorar desconsolada, al instante sentí cómo su brazo me sostuvo más fuertemente contra su cuerpo. Tenía tanto dolor que mi sistema nervioso ya era incapaz de procesarlo, aun así me reconfortaba la paz de saber que mi héroe había llegado a mi rescate. Derramé todas las lágrimas que tenía hasta desmayarme.

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******Apartir de este punto estás leyendo la perspectiva de Bakugo******

Jamás creí que hubiera algo que no pudiera alcanzar con mis propias manos, todo estuvo siempre a mi alcance por mi fuerza, pero por primera vez experimenté la frustración de no tener lo necesario para salvar la vida de alguien, por un momento sentí que iban a matarla y simplemente no podría hacer nada para evitarlo.

Mientras escapábamos a toda velocidad sentí su cuerpo diminuto, nunca dudé de su fuerza pero en ese momento parecía  tan débil que me daba miedo romperla con mis propias manos.

Volé tan rápido que creí que desapareceríamos. Quería desesperadamente llevarla a un lugar donde pudiera estar segura. Mi casa era la única opción, por ser un punto tan oculto del resto del mundo y porque ahí tendría atención médica inmediatamente. Caí directamente en mi consultorio personal, alertando a todos con mi aterrizaje fortuito.

-¡No me importa qué tengan que hacer pero necesito que la ayuden de inmediato!- exigí al equipo de médicos y enfermeras al momento de nuestra llegada. Ellos eran quienes trataban mis heridas después de los combates, la mayoría tenía quirks curativos que hacían más fácil su deber.

Enseguida llegaron un par de paramédicos con una camilla, intentaron tomarla de mis brazos pero los detuve, dudé por un instante porque no quería soltarla.

-Señor Dynamigth, debemos llevarla- me dijo uno de ellos haciéndome reaccionar, la puse en la camilla con mucho cuidado, sin pensarlo le di un beso en la frente.

-Ni se te ocurra morirte idiota- dije con la esperanza de que aún estando inconsciente pudiera escucharme.

-Por favor sálvenla, la dejo en sus manos- dije haciendo una reverencia hacia el personal responsable, me miraron asombrados y después se fueron a toda velocidad a la sala de urgencias.