Reencarnado {Riumba}

17~ Poisoned Soul

Se hizo de día, el castaño desayuno con la familia para finalmente retirarse a su hogar.

-Bien, tengo que ir a limpiar mi habitación -; Habló el peliazul terminando de comer e intentando levantarse de la mesa.

-Alto ahí, niño... Dijimos que debíamos hablar.

-Bien... -; Acepto con algo de molestia y volvió a sentarse, algo que le dio cierto dolor que debió disimular.

-¿Por qué te gustan los chicos?

“Vaya pregunta tan estúpida” pensaron un ángel albino y el mismo hijo del hombre ante esa pregunta.

-No lo sé, yo no controló lo que me atrae.

-Es muy mal visto en la iglesia.

-Prefiero tener mi propia perspectiva al respecto.

-Hijo, no me gustaría que fueras al infierno por un pequeño error como este.

-No iré al infierno, realmente no estoy haciendo nada malo, solo tengo un gusto por mi mismo género y ya, no estoy dañando a nadie.

-Al menos podrían ser más discretos.

-Mientras no cause problemas a personas externas no veo cual es el propósito de disimular, estamos en otra época ahora.

-... Bien, sigo sin aceptarlo, pero te daré la oportunidad... Si cuando cumplas 18 sigues con estás ideales, te vas de la casa.

-Se supone que la abuela dejo la casa a mi nombre, así que... Lo correcto sería que ustedes se fueran.

-¿Disculpa? -; Habló bastante indignado el hombre y levantando la mano, intentando amenazar al peliazul.

-Inténtalo, te reto...

Con esto dicho, el hombre tomó impulso, justo cuando su mano logró dar contra el rostro de su hijo, sintió como se le rompían los huesos de está.

-¡¿QUÉ MIERDA?!

-Estoy hartó de tus arrebatos, la próxima que me golpees no sales vivo -; Dijo con una mirada sería, el albino inmediatamente reconoció aquella aura que se le presentaba.

El peliazul se retiro de allí, saliendo de la casa y buscando un poco de paz mental.

Fue allí que las cosas empeoraron, no vio que un trailer iba pasando, siendo atropellado y perdiendo la vida por el fuerte impacto en la cabeza.

-El rey va ha matarme por esto... -; Habló el albino, esperando que el alma del peliazul se asomara, más lo que se asomo de su cuerpo inerte no era más que una masa negra que buscaba tomar forma.

Esta se levantó, poseía una forma humanoide, hasta finalmente volver a verse como el conocido de ojos grises, más su escrerotica se volvió negra y las marcas de quemaduras de tantas noches llorando se marcaron de rojo.

Miles de manchas negras se mostraron en su cuerpo y en sus alas que en vez de ser blancas eran negras y moradas.

La respuesta era simple y demasiado difícil de aceptar... ¿Un demonio? Era demasiado parecido, pero si conservaba la mayor parte de su aspecto angelical era poco probable.

Timba era un alma envenenada.