14~ Be Still

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Es imposible que Timba sea un demonio... Al menos no totalmente, por algo el cielo no lo rechaza, todo demonio qué quiera entrar es automáticamente expulsado.

Siento la necesidad de hablar con él, pero me doy cuenta que no saldrá bien, en todas las vidas qué cruce palabra con él, todo salió terriblemente mal, así que ahora será mejor que no me acerqué.

Su relación con Silvio va muy bien, tanto que me sorprende verlo tan feliz, pero literalmente el que más problemas posee soy yo.

Comprendo lo que decía el rey sobre que deseamos perder esos recuerdos, tantas perdidas, tantas muertes trágicas, tantos momento horribles, recordar todo esto no da ni la mitad de la paz mental que yo poseía antes de saber, así que así llevo desde hace un mes aproximadamente.

Hoy iba cuidando a Timba como siempre, viéndolo cargar a su amado noviecito castaño, normal verlos así, comúnmente se turnaban para cargarse, algo lindo que por momentos llego a envidiar.

Llegaron a su escuela y ahí deje de prestar total atención, me perdí en los mismos tristes recuerdos, hasta que las palabras del mismo castaño me hicieron reaccionar.

-Ya tardó mucho en el baño... Debería ir a ver.

Revise el salón y justo faltaba mi peliazul, así que me apresure a ir por Timba al baño, allí lo encontré encerrado en uno de los cubículos, pero poseía rastros de sangre en la boca y su respiración estaba acelerada.

-Y-yo puedo con esto... S-solo resiste.

Tome forma humana, más no con mi aspecto natural, me disfrace de cabellos negros y ojos rojos, un aspecto que me inventé en lo que descendía de mi vuelo.

Toque suavemente la puerta de su cubículo. -Amigo, ya tardaste ahí y la maestra me mando a ver si estás bien.

La puerta se abrió, él me observó un poco con una mirada tan nula, sangre que escapaba de su boca y sus manos temblaban como si necesitará inmovilizarme.

Quería disimular mi miedo, hasta que reconocí como sus pupilas se dilataban ligeramente, pero todo su ojo se tornaba blanco... Parecía un alma en pena.

Tomó mis hombros y me miró fijamente a los ojos, sentía que iba a atacarme cuando algo resonó en la habitación, siendo Silvio entrando y encontrándome con miedo y a un Timba desorientado.

-¿Qué está pasando? -; Preguntó un poco preocupado al ver mi claro gesto de terror.

-N-no lo sé... -; Respondí intentando soltarme del agarré de Timba.

Él volteó a ver a Silvio y su gesto paso de uno perdido y agonizante a uno de miedo y súplica.

-Ayudame... -; Pidió como si el oxígeno se le escapará de los pulmones.

Rápidamente Silvio ayudo a que me soltará y se colocó en mi lugar, sacó de su bolsillo unas pastillas y le metió una a Timba en la boca, obligándolo a tragarla a secas.

Le costó, pero lo logró y se dejó caer en los brazos de Silvio, lentamente note que sus ojos volvían a la normalidad y dejaba de estar tan tenso.

-¿Qué acaba de pasar? -; Pregunté sin comprender nada de lo que pasaba con los chicos.

-Aun no lo sabemos bien, Timba viene con estos extraños ataques hace un mes, no sabemos que tiene o como curarlo, pero un padre de la iglesia nos dio estos medicamentos para ayudarlo, ni siquiera los doctores saben que le ocurre... -; Me explicó Silvio acariciando el cabello de Timba, el cual se notaba asustado y al mismo tiempo tranquilo ya que ahora estaba en brazos de su novio.

-Entiendo... Espero encuentren una cura.

-Gracias... Seguimos buscando y su abuela está ayudando, pero hasta el momento no encontramos nada... Lamento esto, fue bueno que viniera a ver.

La conversación quedo allí y se fueron a su clase, yo tomé mi forma espiritual y volé nuevamente intentando comprender, allí la voz del rey llegó a llamar mi atención.

-Esta empezando.

-¿Qué?...

-Te lo dije, Timba te necesita presente y esta teniendo espasmos, su alma busca desprenderse de su cuerpo y buscar algo.

-¿Usted es el padre que les dio esas pastillas?

-Ese es el problema, no puedo crear un medicamento que te mantenga ignorante y en lo normal sin efectos secundarios... Cada pastilla es un recuerdo de cuando te perdió en sus vidas pasadas... Al verte y recordar vuelve a sus casillas.

-Eso es horrible... Lo va a quebrar mentalmente tarde o temprano.

-Y cuando eso pase tu estarás para neutralizar su energía demoníaca qué llevamos décadas controlando.

-Él no es un demonio.

-Acabas de verlo, ¿en serio quieres arriesgarte?

-... Tal vez sea lo mejor para romper este estúpido círculo vicioso.

-Inténtalo y lo romperemos de la manera correcta... Timba entregado al infierno y tu alma siendo entregada al descanso eterno... Solo sigue mis ordenes y quedate quieto.

Reencarnado {Riumba}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora