Primeras Potencias [Countryhumans]

Imperio Omeya

Cómo último acto de tu historia…

Estados Unidos se podía considerar alguien impulsivo.

No estaba muy orgulloso con las decisiones que había tomado en momentos claves solo por impulsividad, sin pensarlo, solo tirarse al acantilado en un salto de total de fé, sin tener planeado como aterrizar. No estaba muy orgulloso de eso, ciertamente hasta le avergonzaba como había tomado esas decisiones, la guerra de Vietnam era una de sus peores humillaciones y una de esas decisiones que de impulsividad no dignas de una primera potencia.

Las primeras potencias se caracterizaban por ser fríos y calculadores. Precisos en sus decisiones, y no solo tirarse en un salto de fé, algo que le avergonzaba admitir ante los demás, diciendo con gran arrogancia que todo había sido parte de su plan, cuando, ciertamente había salido bien parado por suerte.

— ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA ¡HOLA! — Grito un ex Imperio.

— SHIT!! — Grito asustado, cayendo de forma humillante contra el piso. Por suerte, solo estaba él en ese pasillo, él y su humillación.

Alzó su vista para observar al fantasma responsable de su desgracia. Tuvo que inclinar su cuerpo para atrás cuando el Imperio se acercó peligrosamente cerca de su rostro, ambos estuvieron unos escasos centímetros, tocando sus narices, lo que provocó un sonrojó involuntario por parte de la primera potencia actual. La ex Imperio le sonrió.

Imperio Omeya.

Un Imperio muy inmaduro e irritante.

— ¡Boops! — Le tocó la nariz y ella saltó para atrás de forma feliz.

Estados Unidos suspiró, sentándose en el suelo, tomándose un pequeño respiro para levantarse lentamente apoyado en la pared. De forma lenta y segura, tratando de no desacomodar las vendas que con ayuda de OMS había sido colocadas en todo su cuerpo, aún no estaba listo para decirles a todos y mucho menos que lo vieran en ese estado.

Siguió caminando a su destino.

— Escuché que vas a organizar la próxima renuncia. — Estados Unidos la quería ignorar, a ella siempre la ignoraba, más por sus gritos y apariciones de la nada. Sin contar de los sustos que le daba la Imperio. — O bueno, se supone.