Lirios Rojos.

♣VI♣

Capítulo 6: Un bonito lirio que vive delirios.

Unos minutos más tarde, luego de viajar hasta casi el centro de la ciudad, el vehículo se estaciono una cuadra de la pequeña cafetería, los presentes se mantienen dentro de el auto. El silencio era tan prolongado e incómodo, que Heller se dio la vuelta para darles instrucciones a sus nuevos subordinados.

—Bueno, lo que van a hacer es muy simple: van a entrar, se quedarán en la fiesta y buscarán cualquier cosa que nos sirva para nuestro próximo movimiento. Tienen que ser MUY discretos y no relacionarse más de lo debido con los integrantes más importantes de la organización, —Resaltó mirando a Ágatha, haciendo que la gata lo mire con hastío ¿acaso todos la ven como una niña pequeña? —Necesito ojos y oídos dentro de ese lugar; cualquier información que obtenga puede ser relevante, si sienten que están siendo observados o amenazados, salgan lo más rápido posible.

—Todo está más que claro Cher, pareces un manual de espionaje. —Habló Serafine mirando hacia el de lentes sacándole una sonrisa a los presentes, el mencionado sólo se limitó a rodar los ojos.

—Ya saben que hacer, buena suerte.

—La necesitaremos.

Luego de terminar la conversación, padre e hija salen de el auto. Mientras descendía de el vehículo, casi se le cae el abrigo azul que había escondido dentro de el suyo, Chase se da la vuelta para despedir a el grupo y enlaza su brazo con el de Ágatha, padre e hija comienza a caminar hacia el Little Daisy, pero el llamado de Nicodeme los hizo volver a mirar hacia el auto.

—¡No lo olvides pequeño lirio, eres mucho más importante para el grupo de lo que crees!

Y luego de decir eso, se fué.

Ágatha miró hacia el frente en donde unas tiendas más adelante se encontraba el Little Daisy, su padre empezó a caminar haciéndola ir a su ritmo. La brisa comenzó a mover el abrigo marrón de Ágatha, ella sólo se limitó a tragar grueso.

[•••]

Luego de ocuparse de todos los procesos para entrar en el bar, padre e hija ya se encontraban dentro de el Lackadaisy. Chase se fue a la barra para hablar con la anfitriona y la joven gata se fue en busca de el violinista, a quien encontró hablando con una joven pareja que se tomaba de las manos, la gata soltó un suspiro y se acerca a el grupo que se encontraba conversando y riendo cerca de el escenario. Rocky al verla comienza a agitar el brazo de forma enérgica y también acercándose a la gata, ganándose la atención de la pareja, quienes se dieron una mirada cómplice.

—¡Panecillo, viniste!

—Hola Roc... — fue interrumpida por el repentino abrazo de el violinista, el abrigo azul se escurrió y terminó en el suelo. Rocky al darse cuenta de esto deshizo el abrazo y miró a sus pies. —..ky. —Completó Ágatha mirando anonada y algo avergonzada a el abrigo a sus pies.

—Disculpa, me emocioné un poco. Gracias por traer mi abrigo.

—No te preocupes, yo soy la que debería agradecerte por aquella vez que...

Un sonido cercano hizo voltear a ambos gatos para ver de donde se originó, la pareja antes mencionada miraba a ambos gatos con mirada cómplice, Ágatha se dió cuenta de esto.

—No es lo que creen, lo conozco desde hace dos días.

—Eso lo sabemos, Rocky nos cuenta todo. —Comenta la chica de ojos amarillos y un de elegante vestido de fiesta de el mismo color, le da la mano a Ágatha y la mencionada la estrecha. —Soy Ivy y este galán que tengo al lado es Calvin. —Menciona Ivy apegándose más a el chico a su lado quien sólo se limitó a reír nervioso.