Dio un par de vueltas por la librería, con sus pantuflas arrastrándose por el piso. Fingía hacer algo, al igual que había hecho durante el día, pero en verdad no hacía nada. No había nada para hacer. Cada vez que pasaba cerca del teléfono lo miraba como si su brillante pulcritud fuera hipnótica. Intentaba convencerse de que no iba a hacer eso, pero realmente era lo único que quería hacer. Así que luego de pasar noventa y siete veces a su lado, se decidió, se sentó y discó el número que sabía de memoria.
El tono estuvo sonando un rato, hasta que la voz áspera se oyó.
– Diga.
– ¡Hola! Soy Aziraphale, ah, pero eso ya lo sabes. Lo siento, se me olvida.
No hubo respuesta, sólo lo que Aziraphale creyó que serían los movimientos de Crowley.
– ¿Interrumpo?
– Sí.
– Lo lamento ¿Qué hacías?
– ¿Tú qué crees? Dormir– dijo molesto–, anoche no dormí nada, era de esperarse que hoy tuviera que dormir.
– Oh, lo olvidé por completo, si te apetece puedo simplement-
– No– lo interrumpió Crowley– ¿Qué pasó ahora? ¿Por qué llamaste?
– No puedo dormir.
– Ya te dije que no duermas, no hace falta.
– Pero-
– ¿Quieres que hablemos? Háblame, cuéntame qué hiciste el día de hoy.
Aziraphale tembló al otro lado, sentía que había hecho enojar a Crowley y que lo estaba molestando. Quería colgar la llamada y dejar de molestar.
No colgó.
– Nada– admitió.
– ¿Y de qué quieres que hablemos?
– Habla tú– pidió Aziraohale.
– Yo no quiero hablar, quiero dormir– se quejó Crowley.
Aziraphale enredó sus dedos en el cable.
– ¿Cómo está el Bentley?
– Negro y brillante– respondió Crowley aburrido.
Aziraphale se sentía presionado, como por un reloj de arena. Sentía que si no lograba un tema de conversación antes de que el último grano cayera, Crowley cortaría la llamada.
–¿Puedo leerte algo?
Crowley hizo silencio.
– Bueno– respondió amable.
La arena dejó de caer.
– ¿Quieres elegir?
– ¿Qué tienes a mano?
– Tú pide. Leeré lo que quieras.
– Una de Sherlock Holmes.
– ¿Cuál?
– No sé, una que no haya leído.
Aziraphale repasó: – "Estudio en escarlata", "El signo de los cuatro", "El sabueso de los Baskerville", "El valle del terror", el de-
– ¡Esa! – pidió Crowley.
– ¿"El valle del terror"? – preguntó Aziraphale.
– Sí, nunca la leí, suena interesante.
– No sabía que te gustaba Sherlock Holmes.
– Ñgk, he leído algunos. Holmes y Watson están enamorados y jamás lo dicen. Es divertido.
Aziraphale sonrió.
– ¿Enamorados? Nunca lo había visto de esa forma.
– Es la única forma de verlo, Aziraphale. Ellos están enamorados.
Aziraphale rio.
– Espera ahí, ya vengo con el libro.
Crowley no respondió y Aziraphale se fue corriendo a buscar un ejemplar. Lo encontró rápido.
– Ya estoy aquí– dijo jadeante.
–¿Quién te perseguía? – preguntó Crowley divertido. Aziraphale tosió para no responder. Abrió el libro y empezó a leer.
...
Crowley se recostó de lado y puso sus manos bajo la almohada, el celular estaba en altavoz, apoyado en el colchón cerca de su rostro, dejando salir con claridad la limpia y expresiva voz de Aziraphale leyendo. Crowley no puso tanta atención a la historia como a la voz, las notas, los silbidos, los cambios de tono para los distintos personajes. Cerró los ojos e inhaló profundo.
...
Aziraphale sostenía el teléfono con ambas manos. La derecha rodeando el extremo superior, como si tuviera que escuchar algo; y con la izquierda sostenía el extremo inferior, con fuerza, como si el teléfono pudiera salir volando y ser extraviado para siempre. Aunque algo de lo primero había. Cualquier oído afirmaría que nada se oía al otro lado de la línea, pero Aziraphale sí escuchaba algo: la respiración calma de Crowley.
Terminó otro capítulo y esperó. Tal vez Crowley se despertara y pudiera desearle buenas noches antes de colgar. Eso no pasó.
– Buenas noches, Crowley– saludó de todos modos, en un susurro, y colgó sin llegar a escuchar la respuesta murmurada al otro lado.
– Duerme bien, ángel.
*.✧*.✧*.✧*.✧
¿Acaso esa fui yo metiendo referencias de mi otro fandom? Tal vez...
En la vida soy Crowley queriendo dormir :)
Muchas gracias por leer <3
Acepto comentarios y también tomatazos, sean libres.
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Phone call - Ineffable Husbands
FanficUn ángel, un demonio, dos teléfonos, un tiempo sin verse y varias cosas sin decir. //No es la primera cosa que escribo sobre ellos, pero sí la mejor que he hecho (dentro de lo malo que eso puede ser) y la primera en hacerse pública. Todos los dere...