Cap.11

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   TN:

Intentaba dormir, a las cuatro de la tarde. Pero mi cuerpo estaba completamente despierto, sabiendo que era hora de bailar... Mi cuerpo no entiende que hoy no es el día indicado, que no se puede.

Más urgente y más irracional era pensar y analizar el encuentro en la biblioteca de esta mañana... ¿Qué diablos pasó?... Todavía sentía ese peso en mis párpados que los forzaba a cerrarlos y que no tenía nada que ver con el sueño, además de esa fuerza contraria a la gravedad que me impulsaba hacia arriba y adelante. La delicia de su toque (incluso cuando nuestro único contacto fue en las manos o cuando sostuvo mis pies), que envió escalofríos por toda mi espina dorsal. El calor de su cuerpo gracias a la cercanía, igualmente el olor de su perfume de conjunto con su aroma natural... ¡Y qué decir de su mirada! Sus ojos marrón oscuro mirando directamente a los míos y, sospecho, a mis labios, lo cual lo considero solo un anhelo porque yo solo miraba sus labios en esos últimos electrisantes segundos.

Ni que mencionar tengo que ya había hecho una poesía, el borrador de otra y pensando en una tercera. Mi corazón y respiración se agitaba con solo recordarlo.

La puerta se abrió interrumpiendo el hilo de mis pensamientos. Era Haewon, con ojos desenfocados y una sonrisa que denotaba completa distracción. Según yo sabía, ella hoy no tenía clases desde después del almuerzo, así que ya tenía una idea de dónde había estado y con quién.

Se quedó un momento en la puerta mirando al suelo, aún esa vaga sonrisa y al parecer no se daba cuenta de mi presencia. Lentamente, muy lentamente, caminó hasta su cama, soltando en el camino su bolso, sus zapatos y por último se dejó caer en su cama, su cabeza en sus manos y sus dedos enredados en su cabello, mirando hacia el suelo con una sonrisa.

–Parece que alguien tuvo una tarde entretenida. –Comenté.

Ella dio un pequeño salto del susto, por fin dándose cuenta de que estoy aquí.

–¡Tn! –Chilló con su mano en el pecho, un tanto asustada. Parece que de verdad estaba distraída. Pero de inmediato volvió su sonrisa a penas pasado el susto.

–¿Qué tal estuvo? –Pregunté con el fin de alejar mis propios pensamientos.

–Fenomenal. –Dijo. –Aunque no creo que ese calificativo sea suficiente para describirlo.

–Si sigues con esa línea de descripción creeré que pasó algo que va para después del matrimonio.

–No, tranquila, no tienes que pensar en eso... aún. Verás, las ganas no nos faltan.

–Ok. –Fingí una mueca de asco.–Háblame ahora de lo que pasó, no de lo que pasará.

Ella se tomó unos segundos y volvió a sonreír. Luego se vio incapaz de decirlo en voz alta y vino hacia mi cama  sentándose en el suelo frente a mí, y todo lo que dijo después fue casi un susurro.

–Estuvimos toda la tarde en el aula de piano. Rompimos el hielo tocando algunas canciones y después hablamos. Jin llevó bocadillos que él mismo había preparado. –Puso los ojos en blanco. –Deliciosos, por supuesto. Luego de eso se acercó más y seguimos hablando... –Sus ojos brillaron y ella se balanceó de la emoción. –¡Fue tan lindo, tn! ¡Me besó!... Y no fue como el beso de anoche, ese pequeño piquito que me dejó casi sin dormir...

Su teléfono sonó, la notificación de un mensaje. Lo leyó con sus ojos brillando mientras mordía su labio para sofocar los gritos. Me enseñó el móvil; el contacto: Oppa WWH, las últimas siglas en una obvia referencia a World Wide Handsome. Y el mensaje: "¿Cómo llegó mi princesa a su castillo?".

Sonreí por la ternura y la felicidad de mi hermana, ella respondió, dejó el móvil y volvió a mirarme.

Unos segundos después su sonrisa empezó a desdibujarse y me miró como si se acabará de dar cuenta de que estoy en la habitación.

–¡¿Y tú qué haces aquí?! –Preguntó.
En serio me preocupé por su estado mental.

–¿Cómo que qué hago aquí? Llevamos más de diez minutos hablando. –Le recordé.

–¡Pero se supone que hace más de diez minutos tenías que estar allí con Taehyung! ¡Anoche me dijiste que habías quedado con él!

De repente me sentí un poco aliviada, que bien, no se ha vuelto loca todavía.

–No, yo no quedé con él. –Aclaré.

–¡Pero si me dijiste que él te dijo que te esperaría!

De repente Haewon me recordó a esos videos donde Jin se alteraba con Taehyung por haber hecho algo mal en la cocina, y el pobre Taetae lo miraba sin comprender su error porque no sabe cocinar.

–Pero yo no acepté, de hecho, le dije que tendría tarea.

–Tn... –Me miró con reproche. –Sabes que eso es una burda mentira. ¿Por qué no quieres ir?

–¿No es obvio? –Pregunté incrédula de que ella no entendiera mi punto. Ella negó. –Haewon, creo que la escuela entera sabe que él y yo somos las únicas dos personas con la llave de ese local... No pueden verme entrar allí tan seguido como antes.

–¿Cuándo te ha importado lo que diga la gente?

–Ash, cállate. –Pedí.

–¿De verdad no vas a ir? –Preguntó más calmada. –¿En serio lo vas a dejar solo y esperando por ti?

–No iré, y menos con chantajes. Además, ya nos vimos hoy en la biblioteca.

–¿En serio? Cuéntame. –Y volvió a aparecer su ánimo.

Le conté todo, excepto el espejismo que se formó en mi mente por la despedida, un espejismo donde él también medio se inclinaba para besarme.

–Tn, ustedes pudieran llegar a ser buenos amigos. –Comentó al final de mi relato. –Y quién sabe si algo más.

–No quiero hacerme falsas expectativas. –Respondí a su última insinuación.

Ella suspiró y tomó mis manos en las suyas.

–No diré que siempre has sido la más responsable, porque durante todos estos años las dos hemos sido igualmente responsables, y también hemos hecho las mismas trastadas de escaparnos de casa y esas cosas. Pero te pido que no te encierres, estoy segura de que esa es la principal razón por la que no quieres ir esta tarde... Yo decidí tomar el riesgo con Jin, es verdad que no han pasado dos días completos, ni siquiera unas horas desde que me decidí, pero hasta ahora no me arrepiento y dudo que valla a arrepentirme.

–Ya, pero tu caso es diferente. Tú le gustas y lo sabes, y fue él el que empezó todo su actual rollo.

–¿Y si también le gustas a Taehyung? Por favor, tn. ¡Mírate! Si no se interesa en ti es porque es estúpido o gay.

Las dos nos miramos, aunque al parecer solo yo pensaba en el Vmin y el Vkook y los otros, no pude dejar de notar una pequeña punzada de dolor en mi corazoncito.

–Sabes que a veces es estúpido, y nunca ha confirmado o desmentido lo segundo.

–¿Y qué? –Haewon parecía exasperada. –¿No recuerdas a Jasper? ¿El primer año de secundaria que lo pasamos en tu país con tu mamá? ¡Por Dios, tn, él era todo un gay persiguiendo a los chicos, babeando por ellos y de repente dejó de hacerlo y empezó a perseguirte, solo a ti!

–No, debes estar bromeando, Jasper no tiene nada que ver con Taehyung.

–Exactamente porque estoy segura de que todos ellos han probado ese lado, incluso Jin, que por cierto, haré todo lo que esté en mi mano para que no quiera a nadie más que a mí.

Hizo unos gestos petulantes y nos reímos juntas.

–¿Entonces vas a ir? –Preguntó.

–Nop, iré mañana.

–¡Ah, tn! ¡Eres insoportable! –Y se levantó para dirigirse a la cocina.

–Gracias. –Repliqué. –¡Y preparame comida, para ti cocinó hoy el mejor chef de BTS!

Ella rió desde la cocina.

–¡Tú también sabes cocinar! ¡Qué bien que te tocó uno que no sabe! ¡Conquistalo por el estómago, a fin que le encanta comer!

–¡A mí no me tocó nadie, deja de difamarme!

Reímos cada quien por su lado, cualquiera pensaría que de verdad estábamos peleando.

Una aventura como profesor. Imagina con Taehyung y Tn. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora