Una aventura como profesor. Imagina con Taehyung y Tn.

Cap.17

   TN:
Ese fin de semana fue como un cuento de hadas, mi sonrisa no se quitó de mi rostro en toda la semana. Aunque no era la única, alguien volvió muy contenta y con un plan de pastillas anticonceptivas de su fin de semana con "Daddy Jin", o algo así fue lo que escuché murmurar a Haewon en sueños; después de la primera noche de escuchar aquello me aseguré de tomar un té relajante para dormir y no estar con insomnio para oír las confesiones de mi inconsciente hermana.

Ahora era viernes de nuevo y estaba disfrutando de otro baile con mi guapísimo Kim Taehyung. Los estilos libres en realidad los estábamos haciendo para descansar y relajarnos pues habíamos empezado a incursionar en otros ritmos.

Taehyung me dijo que quería algo más latino, aprovechando mis raíces, y yo sugerí el casino. Pero él quería el tango. Tuvimos una pequeña discusión sobre esto, yo me defendí con que el tango era demasiado difícil, demasiado intenso; el casino en cambio podíamos divertirnos mirando y también bailando. Aunque algunas de mis averciones hacia el tango era que figuraba como uno de los bailes más sensuales y que más parejas unía. Huí más de la proposición del tango cuando Taehyung por toda respuesta a mi pregunta de por qué tanto insistía en ese baile, él solo dijo: "es sexy".

–Uf, creo que por hoy terminamos. –Dije cuando acabó la canción, nos separamos y me lancé sobre los cojines, exhausta.

Taehyung remoloneó un poco bajando el sonido de la música y después fue a buscar un poco de agua de su mochila. Bebió y después me dio a mí.

–¿Nos dará dolor de panza? –Preguntó sentándose a mi lado. –Deberíamos esperar un poco para beber agua después de bailar.

Lo miré con el seño fruncido.

–¿Tomándote en serio el cargo de profesor ahora? –Acusé.

–Solo no quiero que te duela. –Se defendió.

–¡Fuiste el primero en beber! –Me fingí indignada. –Como sea, no nos dolerá, solo bailamos un poco...

Su móvil empezó a sonar. Él se levantó y tomó la llamada.

–¿Hyung? –Contestó y esperó unos segundos. –Wow, vas en serio. –Le dijeron algo más. –Sí, por supuesto, están en mi cajón... Solo te advierto que allí no hay nada, hace meses que no piso ese lugar... Está bien, solo limpien lo que usen.

Se despidió y colgó, luego lo volvieron a llamar.

–¿Hyung? ¿Sucedió algo?... No me digas ¿en serio?... Ok... Veremos qué hacemos, pásala bien.

Colgó de nuevo y esta vez vino hacia mí, con aire resuelto y una sonrisa estupenda en su rostro que me contagió.

–¿Te gustó pasar el fin de semana pasado conmigo? –Preguntó y me pareció algo extraño.

–Mucho. –Respondí.

–Bueno, otra vez estaremos juntos. –Dijo con su sonrisa ensanchandose. –La diferencia es que esta vez yo no soy el exiliado de mi propia casa, te han echado a ti esta vez. –Y se carcajeó malévolamente.

–¿Ha-Haewon y Jin me han echado? –Pregunté y Taetae asintió sonriente. –Ok, pero tengo tiempo para buscar algo de ropa ¿no?... ¡Espera! ¿Dónde me voy a quedar? –Al hacer esta pregunta Taehyung dejó de reírse y me empujó por el hombro.

–¿Cómo que dónde te vas a quedar? ¿Dónde más? ¡Conmigo, por supuesto!... en mi departamento.

–¿Y mi ropa?

–Te puedo prestar algo mío.

Me sonrojé ante esa idea. Llamé a mi hermana.

–¡Kang Haewon...! –Dije no más ella tomó el teléfono pero un sonido extraño me hizo tragarme el resto de la perorata que se había formado en segundos en mi cabeza para ella.