Una aventura como profesor. Imagina con Taehyung y Tn.

Cap.22

TN:

"No llores, no llores, no llores" me repetí varias veces sentada sobre la tapa del inodoro en el cuarto del baño. Esto ya se me estaba saliendo de las manos, me prometí que me controlaría, sin embargo, hace solo un minuto mis emociones se apoderaron de mí. Fui una tonta al ilusionarme con su indignación al yo decir que no éramos pareja, fui una tonta al pensar por un momento que nuestros roces de hace tiempo, nuestros casibesos y nuestros "te quiero" significaban algo.

Ok, casi lloro, pero me contuve. Jalé de la cadena y salí del baño. Las chicas estaban probando maquillajes y Jin estaba con ellas como si nada hubiese pasado, agradecí esto. Miré hacia mi cama. Taehyung estaba sentado en ella y me miraba atentamente, sus hombros estaban caídos y cuando nuestras miradas se conectaron él me señaló que fuera hasta allí.

Obedecí, me senté a su lado. Él no iba a dejar pasar aquello tan fácilmente como los demás.

-Yo... disculpa por el golpe, en realidad tenía una urgencia en el baño. -Mentí.

Solo recibí silencio, hasta que sentí su brazo rodeando mi cintura, alzándome y dejándome acostada en mi cama, sobre un lado de mi cuerpo y mi rostro frente al suyo.

Él me miró de una manera indescriptible.

-No tienes que disculparte por nada. -Susurró mientras su mano acariciaba mi brazo. -Te pido disculpas yo si dije algo que no debía o si de alguna manera te falté al respeto.

-No, Taetae. Como ya te dije: solo me urgía ir al baño... No debería decirte esto pero: mi período está cerca.

-Ya veo... De todas formas... -Él se acercó un poco más a mí y mi corazón empezó a latir con demasiada fuerza, esto era demasiado cerca. -He estado pensando...

-Taetae, no estamos solos. -Lo interrumpí. Me sorprendió que él sonriera, pero esta era una sonrisa diferente y provocó que un escalofrío me subiera por la espalda, sabía que no era miedo. Mi respiración comenzó a agitarse.

-Como te decía; hay algo llamado "efecto de exposición" que consiste en que cuando dos personas pasan mucho tiempo juntas... se enamoran.

-Taetae, yo...

-Shhh, déjame terminar, pequeña. -Dijo. Resulta que de todas nuestras conversaciones, nunca pensé que la más peligrosa sería en susurros y acompañados por cuatro personas más. -En realidad... hace algún tiempo me estoy preguntando a qué saben tus labios...

Su mano se deslizó desde mi brazo hasta mi cuello, haciéndome olvidar toda la mierda del espacio-tiempo. Él se olvidó de tener piedad de mí mientras sus dedos se introducían en mi cabello, levantando mi cabeza y colocando su rostro en el hueco entre mi cuello y mi clavícula, aspiró, y a mí se me olvidó cómo se hacía eso de respirar.

Su mano salió de mi cabello y fue bordeando mi barbilla, su dedo pulgar de repente acariciaba la comisura de mi labio inferior. Dios sabe el esfuerzo que hice para contener un suspiro y evitar que mi corazón se saliera de mi pecho.

-Me da mucha curiosidad saber cómo se sentiría besarte... besarte mucho... Comprobar qué tan roja puedes ponerte, comprobar qué tan rojos e hinchados quedarían tus labios... Me gustaría morderlos y escucharte gemir mi nombre.

En ese momento su otro brazo, que había pasado inadvertido, me haló fuertemente hacia él, pegando nuestros cuerpos, y pude sentir perfectamente su longitud dura contra mi ropa interior empapada. No pude contener un suspiro, porque era mejor eso que un gemido; siendo plenamente consciente ahora de que no estábamos solos, pues había música muy fuerte en la habitación ahora. "Gracias, hermanita".