Capitulo 16. Adiós.

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De un momento a otro el cuerpo de Megan se levantó en el aire y se estrelló contra el techo para a continuación caer al suelo de golpe.

Los cuatro nos acercamos a su cuerpo para intentar ayudarla como pudiéramos. Calum le dio la vuelta. Y eso no fue buena idea.

Sus ojos estaban rojos y tenía en sus labios una mueca parecida a una sonrisa. De nuevo algo la levanto en el aire, y por sus movimientos llevando constantemente las manos a su cuello, la estaba ahogando. Los cuatros nos quedamos inmóviles. ¿Qué se suponía que debíamos hacer? ¿Contra que luchábamos si no sabíamos de que parte venía la amenaza? Un sonido parecido a un crack inundó la sala y tras él un golpe sordo. El cuerpo sin vida de Morgan Stephen era el causante. Un pequeño charco de sangre se iba haciendo presente en el suelo del vestíbulo. Finalmente lo que sea le rompió el cuello y la dejó caer al suelo.

No nos dio tiempo a hacer nada más ya que la puerta del salón se abrió dando lugar a Priscilla Looper a unos metros de nosotros. Esta nos hizo una señal con la mano y empezó a reírse. Burlándose de nosotros o mejor dicho de cómo presenciamos su obra. Era obvio que la causante de la muerte de Morgan fue ella tampoco había que tener un master para saber eso.

Levantó su mano derecha y con su dedo índice señaló al techo.

Nos miramos entre nosotros sin entender hasta que Luke por fin se dio cuenta.

- Ya está. ¿Dónde guardó los cuerpos de Sibylle y Tricia cuando las mató? En la habitación de las niñas, en el segundo piso. ¿A quién está a punto de matar si no llegamos a tiempo? A Michael. Por lo tanto ¿Dónde puede estar?

- En la habitación de las niñas. - dijo Ashton con los ojos abiertos.

+ Luke +

Empezamos a correr escaleras arriba mientras los cuadros que se encontraban en la pared se iban cayendo a nuestro paso. Al llegar a la segunda planta todo parecía mucho más antiguo que la parte de abajo, aunque resultase difícil de creer. Dos niñas con un vestido rosa aparecieron al final del pasillo. Una de ellas tenía una herida en el cuello y la otra una mancha roja en el estomago. Sibylle y Tricia.

Se acercaron lentamente a nosotros pero nadie tuvo en ningún momento intención de irse. No sé a los demás pero en mi caso más que miedo me daban pena por el horrible final que tuvieron y como aun estaban ligadas a su madre sin poder alejarse de ella. Una de ellas cogió mi mano y nos guió hacia una habitación.

- Aquí está vuestro amigo. Ayudarle e iros de aquí vosotros que podéis. Aunque a lo mejor os arrepentís al final. - dijeron a la vez para después desaparecer.

No entendí muy bien a que se referían con eso último pero no había tiempo de pensar mucho en ello.

Abrimos la puerta y allí estaba Michael. Se encontraba tumbado en el suelo, con los ojos cerrados. Estaba más pálido que de costumbre. Empezamos a zarandearle hasta que abrió un poco los ojos.

- Chicos - dijo con una pequeña sonrisa - Habeis venido, ¿Dónde está..? - dijo frunciendo el ceño.

- ¿Priscilla? - Respondió Calum sin dejarle terminar. - no lo sabemos por eso hay que irse de aquí ahora mismo.

Iba a decir algo de nuevo pero no le dio tempo ya que se desmayó cuando ya lo teníamos casi de pie.

Sin pensármelo dos veces lo subí a mi espalda y empecé a llevarlo como pude. Corrimos e incluso nos encontramos la puerta principal abierta para nosotros, cosa que me extrañó bastante.

A mitad del camino me empezaron a flaquear las piernas. No podía llevarlo por mucho más tiempo. Los chicos se dieron cuenta y Ashton terminó de llevarlo por el trayecto de bosque que nos quedaba.

Al salir, una patrulla de policías y una ambulancia se encontraba frente a nosotros. Un equipo de paramédicos rápidamente vino a socorrer a Michael y se lo llevaron dentro de la ambulancia mientras Peter Silverstone se acercaba dando grandes zancadas hacía nosotros. Enfadado. Muy enfadado.

- ¿Qué parte de la frase ni se os ocurra ir a la casa no entendisteis? ¿Qué parte? - chillaba mientras gesticulaba con las manos.

Estaba preparado para presenciar la tercera guerra mundial entre Daphne y su padre. Pero no ocurrió.

- ¿Daphne? - dije mientras miraba hacia atrás.

"...Aunque a lo mejor os arrepentís al final."

- No puede ser cierto. - dijo Calum mientras sentía como Ashton, Peter y tres policías más intentaban evitar que volviese al bosque.

No le mires a los ojos | Luke Hemmings Donde viven las historias. Descúbrelo ahora