Capitulo 7. Gracias papá.

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Entonces abrí los ojos.

Joder, todo había sido un sueño aunque lo extraño es que me pareció demasiado real.

Me encontraba en una habitación de hospital. Miré a mi derecha encontrándome con una bolsa de suero de la que salía la vía que tenía inyectada en el brazo. Esta cosa duele.

Sin darme tiempo a preguntarme que hacía aquí, en la habitación entró un médico de unos 30 años que, si todos los médicos estuviesen así, sinceramente me llevaría la vida de hospital en hospital.

- Buenas noches Daphne, veo que has despertado, ¿Qué tal te encuentras? - me preguntaba con una sonrisa mientras se acercaba a mí.

Colgaba del bolsillo derecho de su bata médica una trajeta de indetificación. Dr Smith se llamaba.

Y bendito Dr Smith.

- Pues... no se - Dios que gilipollas, ¿Cómo que no sabes Daphne? Aunque tampoco me culpo me despierto de buenas a primeras en un hospital y me encuentro con semejante ser nada más abrir los ojos.

El Dr. Smith río. Claro, si es que doy toda la pena. ¿A ver si me he quedado tonta?

- Es normal que estés confusa cariño - Me ha llamado cariño, ayuda - has tenido una gran contusión en la parte izquierda del cerebro.

- ¿Cómo que contusión? ¿Pero qué ha pasado? Eso no ocurre porque sí.

- Tranquila también es normal que posiblemente no te acuerdes. Por lo visto estabas en el Departamento de policías, hablando con tu padre en la oficina y te alteraste más de la cuenta provocando que te mareases y cayeses de bruces contra el suelo. No es preocupante, solo ha sido del impacto, con unos días de reposo bastará y sobre todo tampoco te alteres demasiado, no es bueno...

Vale, ya me acuerdo, ya me acuerdo.

- ¿Pero por qué me mareé? - pregunté interrumpiéndole

- Fue debido a la situación en sí. Su padre me ha contado que ha desaparecido un gran amigo suyo. En situaciones de estrés es normal que ocurra pero no te preocupes, suele pasar, no tienes nada peor que haya ocasionado ese desmayo. - me dijo dedicándome otra sonrisa-

Y qué sonrisa.

- ¿Y dónde están mi padre y mis amigos? - le pregunté

- Están fuera. Voy a hacerte un chequeo solo para asegurarme completamente de que estás bien y después te daré el alta. - dijo para a continuación hacer las típicas cosas que hacen los médicos en los chequeos.

- Mientras arreglo los papeles y tal, pueden entrar tu padre y amigos pero de uno a uno mejor, ya que tampoco es bueno que te aturdas demasiado - finalizó con una sonrisa para salir de la habitación.

Dios.

Está tan buenisísimo que me ha hecho olvidarme de todo por un momento. Cosa que agradezco.

Al rato entró a la habitación mi padre. Lo de que lo bueno acaba pronto es cierto. Tenía cero ganas de verle ahora mismo. ¿Quién se cree que es para no creerme?

- Daphne, hija, ¿Qué tal estás? - me dijo mientras me miraba preocupado y con cierto alivio.

- Bien - respondí todo lo seca que pude.

- Daphne, hija lo siento pero entien..

- No, entiéndeme tú a mí. He pasado por un puto calvario junto a mis amigos. Uno de ellos ha desaparecido. Todavía tengo escalofríos al pensar en esa casa. Y no me crees... No me crees joder y no hay cosa que más odie que no me crean y más siendo algo tan serio. Sé que es difícil de creer pero joder papá, me conoces, sabes que no jugaría con tal cosa en una situación como esta porq...

- Daphne, te creo.

- Porque Michael es muy importante para mí, nunca me inventaría tal co... ¿Qué has dicho? - Dije totalmente extrañada.

- Que te creo. No quería asumirlo pero te creo. He hablado con los chicos y también dicen lo mismo. Además, Daphne sé que no jugarías nunca con algo como eso estando involucrada la desaparición de un amigo tuyo. Es más... yo sé que en esa casa nunca han pasado cosas normales.. desde que era pequeño he escuchado historias de esa casa, de niños que desaparecian y no volvian a aparecer y sinceramente no quería creer que mi hija había estado en semejante lugar y en peligro... Lo siento Daphne. - dijo para acontinuación interrumpirle abrazandole con todas mis fuerzas no solo porque odio estar enfadada con él, que también, si no por eso último que dijo "niños que desaparecian y no volvian a aparecer". Tengo muchisimo miedo.

- Gracias, papá - dije dedicandole una sonrisa que solo disfrazaba mi preocupación.

Estuvimos un ratito hablando hasta que un golpe en la puerta nos interrumpió provocando que mi padre se levantase para abrirla. Me sonrió y salió dando paso a Luke.

-Daphne, no sabes lo preocupado que he estad... hemos estado. - me recriminaba mientras se acercaba a mí para abrazarme. Dios, no quiero que me suelte nunca. - Por cierto Daphne, tengo que hablar contigo...

No le mires a los ojos | Luke Hemmings Donde viven las historias. Descúbrelo ahora