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Valentín lo miró desde su cama. Luka estaba actualmente acurrucado en el regazo de Agustín, ronroneando lo suficientemente fuerte como para que Valentín lo escuchara desde el otro lado de la habitación. El castaño rascó las orejas del gatito y miró el partido que pasaban en la televisión.
Luka se había quedado dormido a la mitad del primer tiempo, pero Agustín continuaba pasando su mano por la espalda del gatito más joven. Valentín gruñó para sí mismo, pero no pudo evitar sentir una punzada aguda en su corazón. Se acurrucó en su pequeña cama y finalmente se obligó a dormir.
Cuando llegó la mañana, encontró a Luka sentado en su lugar en el mostrador, comiendo miguitas del plato de Agustín. Otro dolor agudo lo golpeó y saltó sobre el mostrador y pateó a su amigo, haciendo que Luka caiga al suelo.
'Solo vos podés ser tan boludo para no caer de pie.' Valentín acotó. Sintió una mano en su espalda y siseó, golpeando la mano de Agustín. El chillo de dolor, sus dedos medio y anular luciendo rasguños rojos brillantes y parcialmente ensangrentados.
"¡Valen! ¡Eso duele!" caminó hacia el fregadero y pasó los dedos por debajo del agua refrescante. Valentín aplastó sus orejas contra su cabeza y se recostó humildemente en el mostrador, manteniendo sus ojos en Agustín. Si bien recientemente había dejado que Agustín lo acariciara y lo sostuviera, había pasado algún tiempo desde que realmente mordió o arañó al chico.
Agustín tomó algunas vendas del cajón de la cocina y sonrió, colocando las curitas con dibujos celestes y blancos alrededor de sus heridas, "Ya está todo mejor. ¿Estás enojado conmigo, Valen? ¿Ya no puedo acariciarte?"
Valentín apartó la mirada. Volvió a sentir la mano de Agustín sobre su cabeza, pero en lugar de mostrar sus garras nuevamente, se quedó quieto y disfrutó la sensación. Sin embargo, solo por un momento, ya que todavía estaba increíblemente enojado con Agustín. Siseó y gruñó hasta que Agustín se detuvo, luego el gato saltó al suelo y se metió debajo del sofá.
Su humano lo miró con tristeza, "Perdona Valen... No sé qué hice para molestarte de nuevo". suspiró y agarró sus llaves del tazón al lado de la puerta y le sonrió a Luka que estaba frotándose las piernas otra vez, "¿Por qué sos tan lindo?" se arrodilló para acariciar a Luka, "¿Capaz podes contagiarle un poco de tu buen humor a Valen?"