¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un silencio incómodo llenó la sala de estar mientras Valentín jugueteaba con uno de sus viejos juguetes para gatos. La pequeña punta emplumada de la cuerda colgaba mientras la balanceaba de lado a lado. El estúpido perrito le ladraba de vez en cuando, pero Valentín le lanzaba miradas enojadas y se acurrucaba lo más lejos posible en el extremo del sofá.
Reprimió su propio impulso de atacar las plumas, principalmente porque Agustín lo regañaba porque no era humano y Brian lo miraba fijamente. Fue un poco desconcertante.
"Che, Agus, ¿y Valen? no lo veo por ningun lado"
El ojiclaro miró nerviosamente a su amigo y a Valentín, "Eh, en realidad lo tuve que regalar. A mi novia no le caía muy bien y el Colo es alérgico. Todavía tengo que guardar sus cosas..."
Con un movimiento de su cabello, Brian sonrió, "Ya veo. ¿sos alérgico, entonces?" se sentó de nuevo en el sofá. Esa no era la verdad. Sabía que no lo era. El pelirrojo estaba jugando con un juguete para gatos. Sentado en un sofá cubierto de pelo de gato. Ni siquiera estaba sollozando o estornudando. La cama de Valentín todavía estaba en la casa. Si el chico pecoso fuera realmente alérgico-
"Da igual, solo cambiemos de tema. No quiero hablar más de animales"
"Lo dice el que trabaja en una veterinaria y adoptó un gatito". Brian miró a Alejo.
"En mi defensa, no me gusta seguir hablando de trabajo cuando ya no es mi horario laboral. Además el gatito es lindo, le lleve un láser y se la pasa persiguiéndolo, aunque es un poco torpe porque a veces salta contra la pared y se golpea la cabeza".
Valentín se mordió el labio para evitar correr y golpear a Alejo. Si no estaba mal, creía haberlo visto cuando un chico de ojos más claros que los de Agustín levantó la canasta en la que él y sus otros dos amigos se encontraban. ¿Sería que estaba hablando de Matías? No lo habia vuelto a ver, y el gatito blanco con manchas café podía llegar a ser algo torpe, pero era su amigo. Solo Valentín tenía derecho a burlarse de él. Y quizás Luka, pero eso era todo.
Agustín, que estaba sentado al lado de Valentín, se acercó y frotó su muslo suavemente, calmándolo al notarlo algo tenso
Alejo sacó dicho puntero láser y lo encendió, "Miren, esta re piola. Viene con estos cositos que los apretás y pone como una cosa en la luz... Bah Facu me dijo el nombre pero no entendi" el hincha de central comenzó a presionarlos, haciendo que el punto rojo proyectado en la pared cambie de forma "Tengo un pájaro, un conejo, una estrella, un corazón y una carita feliz" explico, a medida que iban cambiando las figuras. El perro de Brian dejó de buscar debajo del sillón y fue a atacar el láser. Valentín lo miró fastidiado. El pequeño chihuahua ladraba de forma ruidosa, saltando sobre la pared como si estuviera tratando de cazar una presa.
