#5

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—Nos vemos en el parque a las seis. Te amo, adiós.

Luego de colgar la llamada, Hyunjin se metió al baño para darse una ducha fresca porque el frío se estaba desvaneciendo.
Lo que más le gustaba a Hyunjin era salir con Felix. Era su pasatiempos favorito. Algunas veces salían como grupo con Minho y Jisung u otras veces con otros chicos, pero lo que más le gustaba era estar al lado de él.

Cuando acabó de ducharse, se encontró a su madre en la habitación con una cara muy seria y fría.

—Mamá, voy a cambiarme. ¿Puedes salir por favor?

—Sí, pero tu no vas a ninguna parte.

—¿Qué? Pero si ya he quedado con Felix.

—¿Y tu crees que tienes una edad para salir sin permiso? Todas tus malditas salidas no me dices nada. Vuelves a la hora que te da la gana y estás más pensativo que nunca.

—Estoy con Felix, siempre estoy con él. No tienes de que preocuparte.

—Odio que estés con ese chico. Odio que estés con Felix, él te tiene tan mal.

—Sí—dijo Hyunjin confuso.

—Te pones su ropa de casa ahora. No te vas a ninguna parte.

Hyunjin hizo un gesto como si no le importase nada y sacó su ropa de salir en frente de su madre.

—¿Qué te acabo de decir? Hyunjin, esa ropa la pones en el armario ahora.

—Voy a salir con Felix.

—¡No! ¿Qué parte no entiendes? —dijo la madre irritándolo.

—¡Ya he dicho que voy a salir!

—Eres un hijo de... ¡Hyunjin! No sé lo que no entiendes de que no vas a salir con ese maldito niño.

—¿Tienes el periodo?—dijo Hyunjin entre una sonrisa burlona.

La madre se acercó a Hyunjin y le dió un bofetón en la cara.

—Ahora ríete de eso—dijo por fin la madre saliendo del cuarto.

Hyunjin cerró la puerta con todas sus fuerzas y se puso una ropa casual. De inmediato se subió a la cama y comenzó a sollozar. No entendía el por qué estaba tan rara con él. Y lo más extraño esque no quería verlo con Felix.
Llamó a Felix para contarle que esta vez no podía salir.
Felix lo aceptó tranquilamente pero Hyunjin seguía inquieto por no poder verlo.

Unos minutos después, Yeji, la hermana pequeña de Hyunjin, entró a su habitación un poco asustada por escuchar los gritos de su madre.

—¿Y ahora tú? ¿Qué quieres?—dijo Hyunjin cansado.

—Quieres ver a Fefi pero mami no te deja.

Hyunjin hizo una cara de ternura por escuchar a su hermana decir ''Fefi'' en vez de Felix.

—Así es, no puedo verlo. Pero mamá es la que me dice que hacer.

—Sé que quieres darle un besito a Fefi, yo lo sé—dijo Yeji con las manos en sus mejillas.

—¡Oye!... Aunque, sí. Me muero por darle un beso.

—Yo puedo ayudarte, ¿cierto? Yo puedo ayudarte.

—¿A qué?—dijo Hyunjin bostezando—No puedo hacer nada ni yo. Mamá odia a Fefi.

Hyunjin se quedó pensando un momento. Algo se le había venido a la cabeza. Era un plan.

—Si puedes ayudarme, princesa.

—¡Si! ¡Yo también quiero ver a Fefi!

—Hoy no podrás verlo pero, ¿quieres que tu hermanito lo vea?

—Sí porque Fefi es el novio de Jinnie y se aman mucho.

—Exacto... Entonces, ¿puedes hacer algo por mí?

—Sí, quiero que veas a Fefi.

—Bien. Tienes que decirle a mamá que voy a estudiar y que no entre a mi cuarto, ¿entendido?

—Está bien—dijo con humildad la niña sin saber que pasaría.

Yeji salió de cuarto de Hyunjin corriendo y desde él salón de escuchó a la niña gritar que Hyunjin supuestamente estaba estudiando.

El chico cerró la puerta y se puso una sudadera. Abrió la ventana y se subió a ella.
La altura no era tanta, sólo dos plantas, pero abajo habían arbustos.

—No creo que me pase nada.

Dicho esto, Hyunjin saltó. Por suerte, cayó en un arbusto, el favorito de su madre.
Se había lastimado un poco la mano, pero le daba igual. Lo único que quería era ver a su novio.

Corrió hasta perder de vista a su casa. Por suerte, nadie lo vió, pero correría el riesgo si su madre se entera.

Pocos minutos tardó en llegar a casa de Felix. Se incorporó en la puerta y se arregló un poco el pelo para presentarse a Felix.
Tocó la puerta y en menos de un minuto, su chico había abierto la blanca puerta de su casa.

—Oye, ¿qué haces aquí, Jinnie? No esperaba que vinieses.

—Ni yo, dale las gracias a mi hermana.

—Pasa, cariño.

—Aquí en tu casa hace un tiempo agradable—dijo Hyunjin sentándose en el sofá.

—Si, pero... Tu madre me odia, ¿no?

—No lo sé... No se que tiene contra tí. Eres tan lindo que ella no quiere que el feo de su hijo esté con un príncipe.

—¡Hyunjin! —dijo Felix cubriendo su boca—No eres feo, eres hermoso.

Hyunjin sonrió ante las dulces palabras de aquel rubito. Le encantaba oír piropos que provenían de la boca de su persona favorita.

—No quiero saber lo que pueda pasar si se dan cuenta que te escapaste de casa, Hyunjin. ¿No crees que es mejor que no hagas eso? Nos vemos a diario en el Instituto.

—A mi padre le importo una mierda. Siempre está trabajando y nunca llega a casa porque se va con otras. Además, mi madre siempre está enfadada con él. Tengo una situación familiar horrible. Tú eres el único que tengo.

—Hyunjin, es bastante complicado. Tu madre debería entender y dejarte venir conmigo, aunque sea lo que más odia.

—Lo sé, pero ella es así... Tan asquerosa.

—¡Hyunjin! No hables así de tu madre —dijo Felix elevando la voz— Aunque la odies debes de comprenderla, seguramente está muy mal psicológicamente.

—Pero Felix, ¿ves normal que me castigue de la nada sin verte? ¿O que le grite a mi hermana como si fuera una cosa?

—Entiende, cariño. Ella seguramente tiene problemas psicológicos. Me refiero a que quizás esté mal por lo de tu padre o esté estresada.

—No, ella está loca.

—¡Joder Hyunjin! No es eso.

Felix se levantó y se sentó al lado de Hyunjin con la mirada y el ceño fruncido en él.
Hyunjin se acercó levemente a él y lo besó. El beso fue corto y tierno, era la hora en que Hyunjin se ponía romántico.

—¿Quieres dar un paseo nocturno?—preguntó Hyunjin.

—No, quiero que te vayas. Ya es tarde, no quiero que tu madre se entere.

—No se va a enterar... Mi hermana no le dirá nada.

—Hyunjin, es una niña de siete años. ¿Estás seguro que no dirá nada?

Hyunjin asintió seguro de sí mismo.

—Más que seguro.

— Igualmente vete a casa, no quiero que te castigue más.

—Está bien, pero sólo porque tú dices.

Se despidió de Felix con un beso en los labios y echó a andar nuevamente rumbo a su casa. Le había puesto en que pensar lo que dijo Felix, su madre tal vez se diera cuenta y entonces quién sabe lo que pasaría. Pero también, por una parte, le daba totalmente igual.

Posesivo (Hyunlix) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora