#7

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Tardaron unos veinte minutos en llegar a su nuevo hogar. Era un vecindario bastante privado y silencioso y un lugar abierto y con muchos árboles.
Los chicos se quedaron atónitos al ver que habían incluso coches de lujo en las casas y que la gente de la calle se veía educada y amable. No como en su barrio, toda la gente no se respetaba y hacían lo que les daba la gana a pesar de ser un barrio un poco privado y caro.

El coche del padre de los niños, se estacionó en frente de una casa de dos pisos. La casa a primera vista se veía muy grande y amplia. Justamente lo que necesitaban los niños para crecer con libertad y felicidad.

-Hemos llegado-dijo el padre abriendo la puerta del coche para que los niños bajaran.

-¡Wow, papi! La casa es muy grande-exclamó Yeji.

-Lo es. Esta casa es tuya... Así que, corre y abre la puerta.

La niña abrió la puerta y entró a casa corriendo. Se veía muy emocionada y estaba ansiosa por ver su habitación.

-Hyunjin, ¿te vas a bajar?

-¡Ah! Si papá, estaba pensativo, perdón.

-No te preocupes, hijo. Vamos, baja.

Luego de eso, entraron a casa por la puerta delantera. Se encontraron con un salón enorme, una cocina preciosa e iluminada y una puerta de cristal que llevaba a un fabuloso jardín con piscina.

-¿Esta es nuestra casa?

-Si, Hyunjin-afirmó el padre-Tengo que ir a recoger a alguien. Por favor, sube al segundo piso y elige el cuarto que más gustes. Menos el que está al lado del baño, ese es mío.

El padre de Hyunjin se fue, dejando a los hermanos solos. No había de que preocuparse, era una zona segura y estaban en buenas manos.

Hyunjin después de unos minutos, se había quedado con un cuarto muy grande que estaba al lado de la escalera para subir a la azotea. Ese cuarto tenía un ventanal muy grande y siempre estaba iluminado.

-Oh, Dios-dijo Hyunjin lanzándose a la cama-Es tan cómoda. Ojalá que Felix estuviera ahora aquí y pudiera ver lo feliz que soy.

Unos minutos después llegó su hermana corriendo nuevamente para ver su cuarto. Se quedó sorprendida al ver que la habitación de su hermano era más grande que la de ella, sin duda era el mayor, así que debería de conformarse.

-Hyunjin, esta casa es muy grande. Me perdí viniendo aquí arriba.

-Lo sé, tenemos que darle las gracias a papá por recibirnos-dijo Hyunjin sonriente.

[★]

Más o menos una hora después, el coche del padre de los hermanos, se había estacionado en la entrada, como antes.
Hyunjin pudo ver desde la ventana que su padre venía acompañado por alguien, así que, decidió ir abajo para ver de quién se trataba.

-¡Chicos, he vuelto!-gritó el hombre desde el primer piso.

Yeji y Hyunjin fueron corriendo hacia su padre. Se notaba un tanto de nervioso y no sabían el por qué.

-Niños, quiero presentarles a alguien-dijo el hombre abriendo la puerta.

De detrás, salió una mujer alta y esbelta. Llevaba una cabellera larga y castaña, unos hijos grandes e iluminados. Su ropa era extravagante y un olor inigualable.

-Les presento a Minju, mi novia.

-¡Hola!-saludó la mujer a los niños con una bella sonrisa dibujada en sus rosados labios.

-¿Qué?-dijo Yeji-Pero, ¿qué pasa con mamá?

-Mamá y yo ya no somos nada, lo sabes, amor.

-¡Pero no puedes cambiar a mamá!¡Esta chica no sabe quienes somos y no quiero que sea mi mamá! ¡Yo solo quiero a mami!-dijo Yeji antes de irse llorando hacia su habitación.

Posesivo (Hyunlix) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora