Posesivo (Hyunlix)

#16

Unos días después, los novios habían salido a comer a una cafetería. Eran más o menos las siete de la tarde y se estaba empezando a poner oscuro.

Casi no estaban hablando entre ellos, más bien, Felix se estaba pasando el rato mirando su teléfono.

Hyunjin simplemente lo miraba extrañado de lo que podía estar haciendo en el aparato o quién le sacaba esas sonrisas de vez en cuando.

—¿De qué tanto te ríes?

—Las cosas que dice Jisung son muy locas—rió Felix.

Hyunjin se quedó callado mientras comía pero no dudaría en quedarse así para siempre.

—Pues mejor haber venido con Jisung, que prefieres hablar con él y no conmigo—soltó Hyunjin.

—Oh, por favor... Está bien—dijo dejando su teléfono de lado.—¿De qué quieres que hablemos?

—No quiero que hables con Jisung.

—¿Qué?—dijo Felix mirando a Hyunjin son seriedad.—¿Por qué?

—Porque no me cae bien, es rarito.

—¿Qué dices, Hyunjin? Si te encanta hablar con él y Minho es tu mejor amigo.

—Estamos hablando de Jisung, no de Minho—dijo Hyunjin intensificando su voz.

—¿Qué te pasa? De la nada quieres que deje de hablar con Jisung.

—Sí, ¿tienes algún problema?

—Pues sí, no le veo el sentido. Por lo menos explícame.

—Me molesta que hables tanto con él. ¿No soy más importante yo?

—Claro que sí pero-

—Pues parece que no... Si vas a hablar con él vete a su casa y ya.

Felix se quedó callado y bastante avergonzado por las palabras que le dijo su novio.
Empezó a comer su postre lentamente y con bastante miedo que Hyunjin fuese a hablar de nuevo.

—No deberías tener teléfono, haces nada más que mierdas—dijo Hyunjin limpiándose la boca con una servilleta.

El rubito no dijo nada, se calló la boca pero en su interior tenía ganas de reprochar. Empezaba a tenerle temor a Hyunjin.

Con su mano derecha, alejó su plato de comida de él indicándole que ya no tenía más hambre.

—¿No vas a comer más?

Felix negó con su cabeza.

—Haberlo dicho, ahora tengo que pagar por nada—dijo Hyunjin.

Se levantó y se situó delante de Felix. Lo tomó de la muñeca de la mano y lo llevó hasta caja para pagar la comida. Luego, aún de la muñeca, salieron del restaurante en una dirección contraria.

—¿A-A donde vamos?—preguntó Felix.

—A casa de Momo, me dijo que tiene un regalo para mí.

—Pero tengo que ir a casa.

—Pones excusa para todo, joder Felix.

Felix bajó la mirada y se mordió el labio inferior. Sintió un calor en su cara y que sus ojos querían llorar. Se sentía inútil en ese momento.

—Escúchame—dijo Hyunjin defendiéndose—Lo siento, he sido muy duro.

—No, no, está bien, cielo.

—Entiende que a veces estoy de mal humor—dijo Hyunjin sonriendo simpáticamente.

—Lo sé, perdóname a mi también por hacer cosas que no te gustan.