#6

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Hyunjin se asomó por la ventana de la entrada de su casa, no había nadie cerca.
Entró cuidadosamente y con mucho silencio. Caminó de puntillas hasta llegar a las escaleras, pero en ese momento, una voz detrás de él le decía que se detuviera. Se giró con lentitud y vió que era esa mujer que tan rara le parece.

—¿Creíste que le iba a creer a una niña de siete añitos?—dijo su madre.

—Tengo derecho a ver a quién más quiero.

—¿Quieres más a ese niño que a mí y a Yeji? Somos los únicos que te queremos.

—Mamá—dijo Hyunjin con seriedad—Dices que me quieres pero estás tan alejada de mí siempre... ¿Y qué pasa con Felix? ¿Por qué lo odias?

La mujer no contestó.

—¡Mamá! ¿Por qué odias a Felix?

—¡Hyunjin! ¡Yo no quería un homosexual en mi familia! Tú eres un chico, no puedes estar con otro chico.

—Me odias a mi también por eso. Ahora entiendo.

—No puedo odiarte porque eres mi hijo, pero yo quería un hijo normal. No vas a poder tener hijos en toda tu vida.

—Pero Yeji sí—dijo Hyunjin.

—Hyunjin, eres gay. Eso va a hacer influencia en tu hermana. Se va a hacer lesbiana cuando sea mayor.

—¿Y qué tiene de malo? Me gustan los hombres y ya. No tengo una enfermedad.

—Eso es una enfermedad, Hyunjin. ¿No te da asco?

—No, al igual que no le da asco a papá andar con una mujer distinta cada día.

—¡Maldito enfermo! ¿Qué habré hecho mal para que mi hijo no sea normal?

—Tal vez no debiste haber nacido y no merecerme. No merecer esta vida ni nada.

La mujer se acercó a Hyunjin y le dió una palmada en la cara dejándole la mejilla roja.
Hyunjin ya había recibido dos golpes de su madre ese día. Últimamente era una tortura estar en casa, desde que Felix era su novio, su madre se había vuelto contra él.

—Una más... ¡Una maldita vez más y te vas con tu padre! ¿¡Me oyes!?

—Pues haré lo que sea para irme con él, no puedo soportarte más. Siempre me haces sentir mal y siempre me pongo a llorar por lo que hablas sobre mí.

—¿Lloras? —dijo la mujer burlándose—Llorar es de maricas y eso es lo que eres tú. Nunca imaginé que mi propio hijo me diera asco.

—Te odio... No me merezco llamarte mamá. Me iré de aquí pronto y me llevaré a Yeji porque tu tienes que estar en un manicomio.

—Te irás tú porque eres un enfermo, a mi hija no la tocas, maldito hijo de perra. Me das asco, Hyunjin. ¡Me das asco! ¡Vete con tu novio si quieres, el te ama más que yo! ¡Maldición!

La mujer se echó a llorar en el suelo desconsoladamente como si algo grabe hubiese pasado. Hyunjin subió las escaleras y se encerró en su habitación. El pobre chico estaba temblando y dentro de nada, sus lágrimas comenzaron a caer por sus pálidas mejillas. Ese día recibió todo el odio de su madre, por fin la había dicho cuál era la razón por la que lo distanciaba tanto del rubito.

Se llegó muy tarde y seguía sin parar de llorar, sólo estaba siendo observado por su perrito Kkami que lo miraba desde su cama.
Esa noche, Hyunjin no cenó nada, ni tan siquiera se dió cuenta que ya era la madrugada. Parecía que se había dormido profundamente y había despertado a esa hora.
Se movió hasta su cama y tomó su teléfono con un poco de nervios.
Eran las dos de la mañana, suponía que su padre estaría despierto así que decidió llamarlo.

Posesivo (Hyunlix) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora