Capitulo 26 Amenazas

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Pasaron 4 días con la misma rutina, yo trabajando por la noche, ayudando en el campo de guerra y por las mañanas dormía, con el paso de los días solo notaba una cosa, cada vez llegaba menos gente a la enfermería, no sabia si eso era bueno o malo, casi no tenía oportunidad de hablar con mis amigos, pero a lo poco que me contaron ellos seguían con sus misma rutinas de trabajo.

Una cosa que escuche de una de las chicas con las que compartía turno era que había observado por el ventanal de su piso como habían llegado varios convoy con muchos soldados, los refuerzos supuse.

Llegue el quinto día por la noche y me mandaron esta vez a la segunda zona de la enfermería donde estaban los pacientes en recuperación, ahora que ya todo iba más lento necesitaban más apoyo ahí, estaba ayudando a una de las enfermeras a retirar los puntos de una herida cuando a 2 camillas escuche una voz familiar.

-Basta de esto, ya retírenme esto que solo me inmoviliza, necesito regresar- era Santiago que estaba discutiendo con uno de los doctores, estaba haciendo bastante escandalo

-En un mal movimiento puedes dislocarlo nuevamente Miliz, tu vena aun no sabemos si vaya tener complicaciones si esto sucede, necesitas traer el cabestrillo puesto por los menos 8 días más, y en cuanto a las puntadas de la cabeza hoy podemos retirarlas pero las de la pierna necesitan unos 5 días más, necesitas reposo! Entiéndelo en este estado no puedes hacer nada- lo regaño el doctor

- Que sucede aquí?- llego caminando el Comandante, no lo había visto desde la ultima pieza fallida, me voltee y trate de esconderme detrás de mueble.

- Miliz no entiende que necesita reposo, por más que se sienta mejor su condición aun sigue siento delicada- le explico el doctor al comandante, me asome y pude ver la mala cara que le ponía Santiago al doctor

- No me hagas amarrarte a la camilla Santiago, si quieres ayudar lo mejor es que te recuperes por ahora, eh eh eh, sin comentarios, es una orden- le dijo el comandante antes de que Santiago tuviera oportunidad de rezongar algo, empezó a caminar hacia donde yo estaba, me voltee hacia el mueble como si estuviera buscando algo para que no pudiera verme.

- Hijo, como vas?- se freno el comandante en la camilla donde yo estaba, voltee de reojo y me sorprendí, el chico al cual le estábamos quitando los puntos si podía ser su hijo tendría unos 20 años

- Justo acaban de quitarme los puntos, estoy como nuevo, listo para regresar- le dijo, y empezó a tratar de incorporarse

-No lo creo- lo freno la enfermera y lo volvió a recostar –Aunque ya te haya quitado los puntos necesitas mantener el área limpia y cubierta un par de días más- le explicaba al comandante mientras seguía limpiando la pierna del joven.

-Venda de 3 pulgadas!- sabia que me estaba hablando a mi, suspire y saque del mueble la venda, me gire y sin tratar de levantar la cara me acerque y se la extendí

- Tu que haces aquí?!- exclamo el comandante al verme, sabia que no le gustaría que estuviera ahí pero no lo estaba haciendo por voluntad propia, sabia que ahora los ojos de la gente a nuestro alrededor estaba postrada en nosotros

- Esto fue lo que me asignaron, llevo aquí 6 noches con hoy- le explique

- Que? Quien carajos autorizo esto? 6 días?- me siguió regañando como si yo tuviera la culpa de estar ahí –Conrad! llévala a su dormitorio y que mañana regrese a su trabajo, no puede estar aquí, ya hemos perdido tiempo, ahora!- le grito a uno de los guardias que estaba cerca de mi, se fue caminando molesto. Llego el guardia y me tomo del brazo y empezó a jalarme.

-Pia- voltee y había dicho mi nombre Santiago mientras me jalaban hacia la salida, solo le pude regalar media sonrisa apenada –Conrad!- grito Santiago antes de que pudiéramos avanzar más, se freno el guardia y conmigo por un lado, se volteo hacia Santiago y caminamos hasta su camilla.

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