Capitulo 15 REN

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HOLA A TOD@S!! PERDON POR LA TARDANZA, ESPERO LES GUSTE MUCHO ESTE NUEVO CAP :) TRATARE DE REGRESAR A SUBIR MÁS SEGUIDO CAP, MUCHAS GRACIAS POR SUS COMENTARIOS Y VOTOS!! 

Estando en el elevador presiono un botón, la verdad es que no vi con exactitud cual era, me tomo del cuello bruscamente y me jalo hacia ella. La fuerza que tenia en sus mano era muy fuerte, pero sabia que si yo también trataba de liberarme de sus manos probablemente lo lograría, estaba segura de que teníamos mas o menos la misma fuerza, pero lo que no tenia eran ni las habilidades, ni el entrenamiento y mucho menos las armas, por eso no forcejee. Me vio con ojos de odio puro, no quise decir nada ya que con ella no quería empeorar la situación.

-Eres una maldita perra?! Te estas burlando de nosotros!!- me empujo contra la pared del elevador, y golpee a mi cabeza, no pude sostenerme en pie y caí al piso, no me desmaye pero estaba un poco mareada, tenia ambas manos en el piso. Cuando recupere un poco la noción del tiempo lo primero que se vino a mi cabeza fue que estaba segura de lo que hablábamos de ella y Santiago, se abrieron las puertas del elevador, ella seguía gritándome cosas, pero en realidad no la escuchaba.

Cuando se abrieron las puertas del elevador pude ver una botas enfrente de mi, no levante la cara, estaba aun un poco aturdida por el golpe, un par de botas camino y se acerco a Ana, que al parecer la estaba tranquilizando, el otro par de botas se acerco a mi y me tomo de un brazo, ayudo a levantarme, conforme empecé a caminar recupere poco a poco mi equilibrio y mi noción, por fin voltee a ver al sujeto que me sostenía. Era un joven de alrededor de 25 años, de tez de chocolate, musculoso al igual que muchos de los soldados, y por ultimo unos ojos color miel que hipnotizaban, me miro cuando me le quede viendo, trate de desviar rápidamente la mirada por el miedo, no sabría como reaccionaria este soldado, pero me imaginaba que como la mayoría se ofendería y pagaría por ello, sorprendentemente me regalo una sonrisa y desvió la mirada.

Caminamos por un largo pasillo, me di cuenta donde estábamos, en el piso donde armaban armas y las probaban, era gigante y diferente al resto del edificio, se sentía más frio por decirle así de algún modo, ya que había muy pocos escritorios, y había dejado la facha de concreto.

-Tienes que calmarte- escuche una voz baja que estaba detrás de mi, no me había dado cuenta, pero ya llevaba hablando un par de minutos, voltee por inercia y me encontré con Miliz, el era el otro par de botas negras que había entrado al elevador, caminaba a un lado de Ana, tenia un brazo encima de ella y la estaba tratando de tranquilizar, me voltee cuando Ana alzo la mirada y me vio que la observaba.

Al final del piso había unas grandes puertas, se parecían a las de un quirófano, caminamos directo hacia ellas, y cuando el sujeto que me llevaba las abrió se sintió aun más el frio, tenían el aire acondicionado a todo lo que daba dentro de este cuarto. Más que un cuarto era un gran salón, en medio había distintas armas encima de varias mesas de metal, a lo lejos del salón había distintos tipo de blancos, algunos en forma de cuerpos humanos y otros solo de círculos, salte al escuchar un gras disparo, a lo lejos vi a un soldado practicando. No me di cuenta hasta que cambiamos de dirección que estaba sentado el jefe en un escritorio, a lado estaba el sujeto que estaba encargado del armado de la pieza el de lentes, desde lejos me di cuenta lo que tenían encima del escritorio, era el arma incompleta, trague saliva.

Me frenaron frente a ellos, ambos discutían de algo que no comprendía, tardo el jefe un par de minutos antes de voltearse hacia a mi, esto le dio tiempo a Ana y a Santiago de emparejarse con nosotros, el jefe rebusco en su escritorio otra cosa. Me empezó a punzar el golpe que me había metido en la cabeza y me toque para sobarme.

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