Capítulo 21 Oportunidad de ser feliz

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Sentí que empezó a durar más de lo normal aquel abrazo, lo fui soltando poco a poco y nuestras caras se rozaron por un lado antes de despegarnos, él se volteo y se limpió las lágrimas, no quería que lo viera tan vulnerable pensé.

-Santiago, lo siento en verdad, una perdida como las tuya es muy difícil de superar, y la verdad no creo que algún día puedas superarlo, creo que más bien tienes que aprender a vivir con ello y empezar a crear momentos felices que simplemente vayan desvaneciendo tan horrible recuerdo- él se volteo hacia a mí y me analizo, trague saliva pero espero como para que siguiera hablando, me limpie la garganta.

- Ponerle tanto empeño en recordar, en revivir el momento, solo te sigue destruyendo, te estás perdiendo de la vida, de lo que en verdad es vivir- me interrumpió el azoton que dio la puerta al abrirse era Ana.

-Santiago, te estaba buscando por todas partes, que hace ella aquí?- el no aparto su mirada de mí, seguía analizando lo que le estaba diciendo, Ana paso por un lado mío hasta Santiago y lo abrazo de un brazo, yo desvié la mirada, no sabía si decir algo o no.

-Se sentía mal del estómago, y la subí para que tomara aire, no queremos olor a vomito en todo el piso- le dijo Santiago y por fin desvió la mirada de mi

-Siempre dando problemas mocosa- se acercó a mí en plan de pelea como era su costumbre, yo di un paso hacia atrás. –Se acabó tu receso, es hora de que bajes- empezó a jalarme por el brazo, no dije nada, no quería otro golpe. –Subo en unos minutos para charlar- cambio totalmente el tono, le dijo a Santiago, lo vi de reojo y el asintió.

Me bajo a mi piso, esta vez no paso a mayores, solo me empujo de manera brusca fuera del elevador, supongo que le urgía regresar con Santiago. Me sentí tranquila esa noche definitivamente aun no sabían que yo era una Ballern, sin embargo aun cabía la posibilidad de que hackearan el sistema o las cámaras de seguridad y vieran que esa identificación era mía.

Estaba quedándome dormida cuando las puertas del elevador se abrieron, entro Santiago y Ana, no recordaba que seguían en la azotea, esta vez duraron bastante tiempo pensé.

La mañana siguiente fue como de costumbre, esta vez si me encontré a Ren a mi regreso, estaba muy callado, algo inusual con él, supuse que no había dormido bien, pero cuando se despertó después de la jornada algo seguía molestándole, se veía incomodo y no hablaba nada.

-Te comió la lengua el ratón?- por fin decidí preguntarle, estábamos a un par de horas de terminar la jornada.

-Como?- lo saque de sus pensamientos y volteo a verme

-Estas bien? Haz estado inusualmente callado el día de hoy, no somos amigos pero se me hace muy raro- le confesé

- Si supongo es una tontería, de hecho no debería de importarme nada es solo que estoy en shock, olvídalo es drama de secundaria- lo analice y definitivamente le importaba algo, me levante

-Si es drama de secundaria cuéntame, la vida aquí es muy aburrida, por favor dame algo con que entretenerme- le pedí y me senté a lado de el en el sillón.

-Supongo que no tiene nada de malo que te cuente, digo, bueno ayer por la noche llegaron a mi piso Santiago y Ana, agarrados de la mano, y me dijeron que era la primera persona que tenía que saber sobre su nueva relación

-Que?- dije con sorpresa, tire un desarmador que traía en la mano del shock

-Lo se es raro verdad? Es lo que me tiene en shock, siempre habíamos sido amigos los 3, nos criamos juntos, y siempre supe que Ana quería de otra manera a Santiago, pero nunca pensé que el sintiera lo mismo, al parecer esto de los Ballern sí que le está afectando la cabeza- no supe que decirle, seguía en shock, me levante como para tomar aire y disimular mi sorpresa

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