—Necesitamos hablar, y no es una pregunta—pase la saliva con dificultad. Ya no podía seguir escapando.
—Está bien Alexis, vamos a hablar—me senté en donde mi amigo estaba anteriormente. Mostrando seguridad, con el mentón en alto, espalda recta, brazos sobre los de la silla y mis piernas cruzadas. Quería cubrir con eso que me moría de nervios por lo que iba a decir.
—No era mi intención el ocultarte las cosas Mar, pensé que era la típica amenaza al ex de tu nueva conquista. No le tomé importancia porque pensé que realmente le importabas a Mateo—yo también pensaba eso—no creí que te fuese a lastimar, solo imaginé que era para que yo me alejara y el pudiera tener la vía libre contigo—se sentó en la esquina de la cama que estaba frente a mi, puso los codos en sus piernas y me miraba fijamente—Créeme que si lo hubiese tomado como una amenaza real te lo hubiera dicho desde el primer momento, ¿Pero como iba a hablar contigo si casi después de firmar el contrato te fuiste? Te fuiste y ni siquiera te despediste.
—No es como si tu hubieras hecho algo diferente—contesté tajante y escuche su bufido.
—Escúchame primero Mar—intentó tocar mi pierna pero golpeé su mano.
—No me toques, puedes hablar sin tocarme—ataque.
—Está bien—carraspeo y se acomodo en su lugar—Mi hermana sabía lo mínimo, ese mismo día estaba enojado y le comenté lo que me había dicho Mateo, de verdad no es mi culpa lo qué está pasando Martina—me dijo frustrado—No lo tomé enserio porque en ese punto tu y yo acabábamos de terminar y el andaba tras de ti, era obvio que si veía que yo quería intentar regresar contigo me iba a querer alejar, lo tomé como eso, ¡Como una amenaza insignificante!—cerré los ojos—Solo quiero que me perdones Mar, te conozco perfecto y se que pedirte perdón no va a remediar nada, pero estoy realmente arrepentido. Te envié la serenata por muchas razones pero la principal era para pedirte perdón.
—Agradezco el gesto y acepto qué tal vez me exalté con el tema—contesté seriamente—pero no puedes culparme Alex, sabes que pudiste al menos enviarme un mensaje, advertirme, pero estabas tan herido del ego que no dijiste nada.
—Y tienes la razón, me equivoqué en eso, pero no quiero que estes enojada, al menos no con MJ cuando ella te adora con todo el corazón Mar. Enójate conmigo todo lo que quieras pero no le hagas eso a mi hermana, que ella también se siente apenada por lo qué pasó, nadie se lo imaginaba. Ni tú misma.
Incline mi cabeza hacia atrás y escuché como suspiraba.
—Ya lo arreglaré con ella después—lo miré—Lo que ahora quiero saber es, ¿De donde sacaste mi cuaderno?—estiré mi mano y el entendió que quería el objeto así que me lo dio.
Abrí el broche y hojeé las páginas.
—Cuando Abi se mudó a mi casa comencé a recoger varias cosas que tenía para hacer espacio—mi estómago se contrajo e hice una mueca, vivían juntos ya—saqué algunas cosas de mi closet, tenía ropa tuya también—lo miré a los ojos y el desvío la vista—se cayó de entre las cosas y lo abrí, vi que era tu letra, las canciones que escribías y demás.
—Lo leíste—afirme, el aún no me miraba así que tomé su mentón y lo hice verme, manteniendo nuestra distancia.
—Lo leí—asintió y ahora tomé mi rostro entre mis manos—Ahí comprendí muchas cosas y las usé para mejorar como persona, se que te debo una disculpa por todo lo que hice mientras estábamos juntos, te debo mucho de lo que tengo ahora, lograste todo lo que querías hacer y me duele muchísimo no haber estado ahí, no apoyarte cuando todo comenzó a cambiar en tu vida, no poder decirte que estoy orgulloso—el chico se hincó frente a mi, para este punto yo tenía la cabeza agachada y el me hizo mirarlo—De verdad lo siento tanto mi amor.
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Antes de perderte; Quackity
FanfictionDonde Quackity se olvida del amor de su vida para perseguir su sueños. O Donde Matu le escribe canciones a su ex novio y sin querer se hacen vírales.