𝗟𝗮 𝗖𝗵𝗶𝗰𝗮 𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮 [𝙴𝚗 𝙿𝚛𝚘𝚌𝚎𝚜𝚘] ᶜⁱⁿᶜᵒ ʰᵃʳᵍʳᵉᵉᵛᵉˢ ʸ ᵗᵘ

Capítulo diez || 10

𝖳𝗋𝖺𝗂𝖼𝗂𝗈𝗇𝖾𝗋𝖺, 𝖾𝗌𝗈 𝖾𝗌.

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Cinco Hargreeves

—Me ignoro y se fue... — empece totalmente ofendido —. ¡Ella me ignoro y se fue! ¡¿puedes creerlo?! — mire a Klaus que estaba comiendo un taco

Si, caí tan bajo que estoy en la maloliente habitación de Klaus quejandome, mientras el come tacos

—No puedo creer qué se haya ido... ¡Sin mi! — completo el con la boca llena de comida

¿Que estoy haciendo con mi vida?

Que se vaya con el y que nunca regrese, no la necesito, solo estorba...

Le quite su taco a Klaus y le di una mordida sentándome a su lado

Mastique con enojo el estúpido taco, mirando a la pared

—Estúpida ocho, mirara nada más se va con el primero que encuentra — me quejé

Klaus asintió con pesar, pero luego volteo a mirarme exageradamente

—¡No puede ser! — me miró con los ojos bien abiertos, y solo se echo a reír

Solo logro confundirme más de lo que ya estaba

—¿Qué me haya ignorado como si fuera nada y que me reemplazo por Allison? Yo si lo creo. — hable con enojo

¡¿Como pudo siquiera hacer eso?!

El lentamente para de reír y me apunto

—No eso idiota, a ti, no puede ser — río un poco más, lo mire atentamente —. A ti te gusta ____ — se burlo

¿Qué?

Sentí mis mejillas calentarse, seguro ya estaba rojo

—¿Como dices? — logre pronunciar levantándome a tropezones, mientras negaba con la cabeza

El río todavía más

—¡No puedo! JAJAJA ¡TE SONROJASTE! — lo mire enojado

¿Quien se creía? Ella no me gusta, pero me molestaba que... ¡No lo se, solo me molestaba y ya!

—¡Cállate inútil! — grite

Oí como abrieron la puerta, voltee y miré a Ben

—¡¿Qué sucede?! Hasta mi habitación se oye tu risa — dijo hacia Klaus, quien se encontraba riéndose como retrasado

—A-a — trato de tomar aire —. ¡A CINCO LE GUSTA OCHO! — y volvió a reír

Maldita sea

—¡Maldición Klaus! — grite sonrojado —. ¡No mientas!

Ben me miró con una sonrisa divertida

—Es muy lindo que te guste Cinco. — puso su mano en mi hombro, negando quite su mano

Que vergüenza...

Oh no

Mire como Luther se asomo por la puerta, con cara de confusión

—¿A Cinco le gusta ocho? — cuestiono levantando una ceja

—¿A quien le gusta ocho? — ¿ahora Diego? Matenme

—A Cinco. — Luther me apunto y en la cara de Diego se formó una sonrisa burlona

Genial, ahora están todos contra mi.