OCHO.
Daba un par de vueltas por mi habitación, estando algo estresada mientras mi mente divagaba en busca de alguna solución, tengo un problema que claramente me costará demasiado poder resolver, al menos sola y la verdad no sé a quien recurrir para pedir ayuda, es un tema algo delicado, después de todo.
Había seguido en comunicación con Alex, obviamente, hablábamos a veces y esta tarde no fue la excepción, pero esta vez me contó una muy muy mala noticia: estaba hospitalizado. No sé como haya hecho, pero para decirlo de forma breve, había tenido un accidente automovilística, había tomado el auto de sus padres de noche y a escondidas y todo acabo en desastre, me ha dicho que esta bien, sin embargo necesito verlo por mis propios ojos, y he aquí el problema; no puedo simplemente ir. Reginald se volvería loco... o bueno, algo así.
Y por más que me rompí la cabeza tratando de encontrar alguna manera o excusa para salir no la encontré, y no hay manera de que le pida nuevamente a Allison que me cubra, ahora sé que hay cámaras y no quiero volver a arriesgarme. Sé que hay una manera más sencilla para poder salir de la Academia... pero en realidad no se si pedirle ayuda a esa persona.
Cinco.
Y es que vamos... es obvio que no me ayudará, además de que ya le debo 2 favores y no quiero seguir debiendole más cosas a ese pretencioso chico de ojos verdes... sin embargo, ya no veo otra opción y de ahí la indecisión que me carcome la cabeza en estos momentos. Además esta mi orgullo... aunque tengo claro que eso no es más importante que mi amigo.
—Si sigues así vas a hacer un agujero en el suelo, el viejo se enojará y para ser honesto no quiero tener que oír tu llanto —al oír aquella voz que me hizo parar en seco lo volteo a mirar, hallando esos engañosos ojos verdes... Y me empieza a dar miedo el hecho de qué siempre aparezca de la nada cuando su nombre cruza por mi cabeza. Estaba de brazos cruzados en el marco de la puerta mirándome con su habitual seriedad—. ¿Qué te sucede?
Lo observó con desconfianza... ¿será buena idea decirle? Bueno... igual tenía planeado pedir su ayuda...
—Tengo un problema —respondo rendida.
—¿Y recién te das cuenta? —la burla en sus palabras causa que gire los ojos, me cruce de brazos también.
—No, tonto... no hablo de ese tipo de problemas y para tu información... estoy bien mentalmente —me defiendo algo ofendida.
Sus ojos me apreciaron de manera profunda como siempre lo hacía, la sonrisa burlona que se curva por sus labios me indica que como siempre, le sacara provecho a lo que pueda. Con las manos ahora en los bolsillos entro a la habitación hasta estar frente a mí, cuanto odio su perfecta y endemoniada sonrisa...
—Nunca dije que fueran problemas mentales... —se corrige a sí mismo, apreté los labios tratando de tener paciencia—, pero ahora que lo mencionas... me es imposible no decir que tienes un gran problema en la visión.
—¿Por qué dices eso? —cuestiono ahora confusa, su sonrisa permanecía.
—Porque a veces querida Ocho, eres demasiado despistada y no te das cuenta de lo que tienes en frente —bramo con seguridad, lo observe incrédula, a veces me resulta difícil comprender todo lo que dice. Al notar mi confusión añade con gran ego—: Ya sabes, por ejemplo, no notas la obra de arte que tienes ahora mismo frente a ti.
Su sonrisa orgullosa lo hacía ver arrogante y en efecto lo era, aunque me pareció extraño que volviera a esa actitud conmigo luego de haber actuado extraño hace varios días... por alguna razón es algo reconfortante. Sin embargo, me mostré impaciente en cuanto recordé mi aflicción.
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𝗟𝗮 𝗖𝗵𝗶𝗰𝗮 𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮 [𝙴𝚗 𝙿𝚛𝚘𝚌𝚎𝚜𝚘] ᶜⁱⁿᶜᵒ ʰᵃʳᵍʳᵉᵉᵛᵉˢ ʸ ᵗᵘ
FanfictionEnamorarme de la torpe chica a la que se supone debía hacer huir de aquí no fue tan mala idea... ¿verdad?