En esta vida, seré una buena hija, Mamá.

Capítulo 4 "Búsqueda"

Luz...
Cámara...
Acción...

—No puede ser, ¡Ayuda!

El alto grito de parte de Cecilia hizo que Charlotte se levantara de un brinco. Salió con el cabello hecho melena de León y corrió a donde estaba su madre. Roderick estaba lavándose la cara con el agua de un lago, corrió apenas escuchó el fuerte grito de su esposa.

Los dos abrieron la carpa de Cecilia y la vieron con el cabello desordenado y una mirada de estar horrorizada.

—No hay señal.

Tanto Charlotte como su padre se fueron quitándole importancia a ello, no podían creer que por eso ella había exagerado con eso. Incluso, los agentes de seguridad estuvieron alarmados por eso y resultó no ser nada.

—Eso normal eso en el bosque, Cecilia. —Comentó su esposo que comenzó a colocar las leña al fuego, estaba preparando el desayuno.

—No me interesa, necesito señal para contratar una nueva asistente.

—¿Qué tal si aprovechamos? —Ambos padres miraron a Lottie.—Podemos ver el lugar y puede que hasta encontrar tesoros.

Cecilia se forzó a sonreír, no quería desalentar a su hija pero todo esto le resultaba ridiculo y muy absurdo, ni deseaba para nada estar ahí, era un lugar peligroso y con muchos mosquitos.

—No creo que aquí exista algún tesoro, preciosa.

—Eso no es seguro mami, —comentó su hija con determinación en no rendirse para hallar el tesoro—, además, si no lo intentamos no sabremos si está o no.

Charlotte comienza a bajar sus labios hasta hacer una sonrisa al revés.

—Oh, mi mami ya no me ama, no quiere pasar tiempo con Lottie, —toco su frente con su mano en forma dramática—Lottie está triste.

Cecilia acaricia su cien para intentar calmarse ante el chantaje de su hija, para ambos padres era obvio qu ten eso era actuado pero aún así entendían que solo deseaba un poco de su tiempo y amor.

—Está bien, vamos a areglarnos para desayunar e ir a buscar el tesoro pero, —miró a Roderick provocando que los guardaespaldas se sobresaltaran por la oscura mirada de Cecilia. —Si te haces un solo raspón en una parte del cuerpo van a rodar cabezas.

La niña intentó y tranquilizar a su madre.

Antes de empezar el día fueron a un camper para hacearse, Cecilia no iba a bañarse a ningún lago arriesgando a Charlotte y a ella misma a cualquier clase de víbora o animal marino, había límites para todo.

Al quedar ambas lista, y con ropa en conjunto, salieron del camper atrayendo la mirada de Roderick.

—Se ven muy hermosas.

—Sr. Heinrich, —apareció un guardaespaldas frente a ellos mientras Cecilia le roceaba protector solar a Charlotte.—Todo está listo.

Exploraron el hermoso bosque y con cámaras pedidas por Charlotte sacaron fotos de todo el bello paisaje. Cecilia fotografió a su hija, ver a su pequeña con esa tierna sonrisa mirando las aves y era un tesoro que quería capturar para siempre.

Pudieron escalar una empinada montaña y pasar un puente que te haría huir si temes a las alturas. Cómo madre fue difícil para Cecilia tener a la altura y tener que ayudar a su hija a pasar eso. Pero aún así debía ser fuerte y no dejar a relucir cómo verdaderamente se sentía. Cecilia siempre lo notó, eso en cierta parte la reconfortó, saber que Lottie la admira le da la valentía para muchas cosas y una de ellas es controlar sus propios temores.