Capitulo 14 "Tres corazones"

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La tensión en la mansión era grande. Fue una mentira que creó para hacerlo venir a ver a su hija, pero ni eso lo trajo de inmediato. Tardó por una junta—que tiene todo el tiempo del mundo para ser resuelta—dejando a Lottie de lado, solo es un doble cara, mentiroso.

—Me acabo de enterar apenas salí de la junta, ¿Cómo está?—Cecilia apenas vio a Roderick le pegó en la mejilla.

"Horas antes... Acostó a Lottie y contempló  como su pequeña princesa, a la que dejaría el mundo a sus pies sin dudarlo, dormía profundamente con una sonrisa.

El mensaje de su espía infiltrado para seguir los pasos de su esposo llegó. Fue a su habitación y al pasar frente al espejo vio algo raro, volteo a ver de qué se trataba pero no era nada, puede que la tensión de esto la esté cansando y haciendo ver cosas que no son reales.

Respondió la llamada del teléfono de su cuarto. Deseaba que aunque por una ves sus palabras hubieran sido reales pero no lo fue, la engañó.

—El detective del Sr. Heinrich fue visto en su oficina y le llevaba información importante.

—¿Encontró a esa mujer? Dijiste que se la tragó la tierra.

—No hay nada de ella en Estados Unidos pero por lo que me pasaron solo dice que después de una información en el hospital no se volvió a ver.

—Si sabes algo debo ser la primera en saberlo. Ésa mujer no va a dañar la vida de mi hija, amemos que quiera que yo destruya su miserable existencia.

" —He hablado con el detective y he cancelado definitivamente la búsqueda de Amelia, lo haré por nuestra hija y por nosotros."

¿Cómo pudo creer en sus palabras?

La engaño como si de una niña pequeña se tratase. Roderick no la ve como la mujer que es. Puede que solo el miedo haga que él sepa de que es capaz una Richardson molesta, Cecilia iba a dejar claro eso. Llamó a su oficina pero no contestaba, iba a lanzar el teléfono al espejo pero al verse así misma frente a él, se sintió tan herida. ¿Sería amada por alguien? Oh solo sería utilizada hasta su último aliento. Ya nada importaba, estaba Lottie era esa fuerza que necesitaba como madre.

—¿Aló?

—Soy la Sra. Heinrich, dile a mi marido que Charlotte está mal, ¿Podría venir rápido? Es urgente.

—Enseguida, Sra. Heinrich.

Pasaron horas y solo contestaba su asistente, ella misma le decía que él tenía el teléfono apagado y no contestaba las llamadas. Sin éxito le pidió al agente que contrató para ver los pasos de su esposo y éste le informó que... estaba en el parque del Centro. Los puños de Cecilia se cerraron, ahí fue donde los vio en una cita a Amelia y Roderick como dos enamorados amantes. 

Colgó.

Sigue yendo a esos lugares para recordarla, el fantasma de esa mujerzuela jamás se borraría de su piel.

—Se acabó."

Él se mantuvo quieto y cuando iba a reclamarle con palabras, se detuvo, su ceño se suavizó y miró con tristeza a su esposa. Desde siempre Cecilia fue delicada y adorable, cuando creció adquirió los modales de una dama y perdió muchas cosas que a Roderick le encantaban, después de tantos años nunca la vio furiosa, llorando o débil. En este momento, veía en ella, impotencia, debilidad y lágrimas, le partía el corazón y deseaba tanto consolarla él mismo.

En esta vida, seré una buena hija, Mamá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora