XV

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Dormir luego de ese momento que hizo que la burbuja romántica en la que estaba se estrellara de un golpe, dejándome de cara con la cruel realidad, fue difícil, y actuar con normalidad en la mañana siguiente, lo fue mucho más

Cuando despertamos al día siguiente tomamos el desayuno en un ambiente bastante tenso, uno que se mantuvo durante todo el viaje de vuelta al pueblo, porque aunque intenté que mi actitud fuera la normal, no pude lograrlo, y aunque él intentó ignorarlo, estaba segura que se había dado cuenta de lo que pasaba, y eso solo significaba una sola cosa, lo que sea que teníamos, se terminaría apenas llegáramos a casa, de eso estaba segura

Apenas el auto de Rindou se detuvo en la puerta de mi casa, cerré con fuerza mis puños sobre mi regazo, no quería bajar de ese vehículo, sabía lo que venía y no quería enfrentarme a ello, no estaba lista, quería seguir pasando tiempo a su lado

Escuché al rubio bajar del auto pero lo ignoré y no me moví, no pude hacerlo, mi cuerpo se negaba a responder, a pesar de que estuviera intentando hacerlo

Suyen- miré hacia afuera para ver a Rindou de pie a mi lado, con la puerta abierta ofreciéndome su mano- ya llegamos

Si, lo siento...- tomé su mano para bajar del auto y quedé de pie frente a él, por lo que lo miré fijamente durante unos segundos

Besé suavemente sus labios y sentí sus manos aferrarse a mis caderas, pegándome más a él mientras me correspondía

Debes entrar- susurró al alejarnos

¿Tú no entrarás?- pregunté apenas audible

No...- acarició mi mejilla suavemente- debo volver a mi casa

De acuerdo- apreté mis labios- ¿Nos vemos mañana?

No creo que pueda, te llamaré cuando esté libre- besó mi frente antes de soltarme- ahora entra de una vez, parece que esté a punto de llover

¿Lo harás?- levanté una ceja escéptica

Claro que lo haré- afirmó

Si tú lo dices- susurré subiendo las escaleras para acercarme a la puerta de mi casa y lo miré una última vez antes de entrar- ¡Mamá, ya llegué!- grité apenas entré con la intención de ir hacia mi habitación enseguida- estaré...

¡Cariño!- la vi salir de la cocina por lo que dejé mi oración a la mitad- llegaste justo para el almuerzo, ven- tomó mi mano alegre- vayamos a comer y me cuentas que tal te fue en tu cita

¿Izana está en casa?- pregunté caminando a su lado hacia la cocina y negó- de acuerdo...

Apenas entramos en la cocina, caminé hacia la pequeña mesa que estaba junto al ventanal y me senté allí, subiendo mis pies a la silla abrazándome a mis rodillas mientras miraba hacia afuera al momento en que comenzaba a llover bastante fuerte

Vaya, llegaste justo a tiempo- me puso un plato delante de mí y me miró preocupada- ¿Está todo bien?

Sí, claro- sonreí levemente

¿Qué sucede, Suyen?- apretó sus labios- ¿Acaso peleaste con Rindou? ¿Te dijo o te hizo algo malo?

No...- jugué con mi comida durante unos segundos- solo... olvídalo, estoy bien

Fingiré que te creo- suspiró- pero por favor, si sucede algo y necesitas con quien hablar, hazlo conmigo, Suyen, soy tu madre

Si, de acuerdo- susurré metiendo un poco de comida a mi boca

Durante todo el almuerzo estuvimos en silencio, ella intentó sacar conversación más de una vez, pero al ver que yo no seguía con la conversación dejó de intentarlo y terminamos comiendo en completo silencio

Dark paradise | Rindou Haitani | +18 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora