XVIII

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Durante los siguientes días me sentía muy deprimida, la tristeza que sentía me abrumaba, no podía salir de mi habitación, la única compañía que tenía era la de King, que había estado aullando y lloriqueando por horas en mi puesta hasta que lo había dejado entrar y desde allí se había quedado conmigo todos los días, absolutamente todo el día

Mi lobo fue el único al que permití entrar en mi habitación, porque a pesar de que casi todos mis hermanos pasaron por mi habitación, golpeando la puerta en busca de que le abriera e incluso hablara con ellos, no lo hice, sinceramente no quería ver a nadie, estar acostada en mi cama acurrucada con mi lobo era lo que hacia durante el día y era lo único que quería hacer...

Shinichiro había pasado por la casa a diario y había estado golpeando mi puerta por varios minutos, al igual que Takemichi, se turnaban y parecían estar de acuerdo con Izana también, ya que en cuanto uno se iba, el otro tomaba su lugar

Los golpes y las amenazas de los tres diciendo que si no hablaba con ellos o les abría, tirarían la puerta abajo, era lo único que se escuchaba en la casa los últimos días

Mi cabeza...- susurré al sentarme en la cama

Me dolía mucho todo el cuerpo, tenía hambre y el solo hecho de levantarme para ir al baño hacia que mi cabeza doliera como el infierno, estaba cada día peor y lo sabía, si seguía así terminaría por desmayarme y sería una carga aun peor para mi familia, lo cual no quería

Suspiré acariciando la cabeza de King que la apoyó en mis muslos lloriqueando y me levanté con cuidado para ir hacia el baño donde me di una ducha rápida ya que apenas podía mantenerme de pie sin marearme

Cuando salí me puse unos pantalones y una blusa que estaba sobre una de las sillas y abrí lentamente mi puerta intentando no hacer ruido, quería bajar y agarrar algo para comer así mi cabeza dejaba de doler un poco, pero sobre todo no quería cruzarme con mi familia, no quería que me vieran en el estado en el que me encontraba en esos momentos

Comencé a bajar lentamente las escaleras, siendo seguida por mí lobo que observaba cada paso que daba hasta que llegué al piso de abajo, donde pude escuchar gritos provenir de la cocina

Mierda, no podría entrar allí, Izana y mi madre estaban discutiendo por mi culpa, lo cual me provocaba un dolor en el pecho grande, pero intenté ignorarlo mientras pensaba en una solución y quería comer algo, lo necesitaba si no quería desmayarme pronto

Caminé hacia la entrada donde estaba el armario junto a la puerta y lo abrí con cuidado, buscando mi bolso donde guardaba mi dinero

Mamá, no sale hace más de cinco días de esa maldita habitación- me detuve al escuchar el grito de Izana más fuerte y miré hacia la cocina, temiendo que saliera de allí

Saldrá cuando se sienta bien- negó Takemichi- hay que darle tiempo

O cuando se sienta demasiado mal- Shinichiro suspiró derrotado- les dije que era mala idea dejar que estuviera con el Haitani

Ella es lo suficiente grande como para tomar sus propias decisiones- comentó mi madre- denle tiempo, su hermana necesita espacio y que dejen de estar acosándola detrás de su puerta

¡Estamos preocupados por ella!- gritó el albino- no entiendo como tú estás tan tranquila, ¡Es tu hija!

Apreté mis labios tomando una de mis chaquetas para abrir la puerta de la entrada, la cual hizo ruido pero la ignoré para caminar hacia la camioneta de mi padre, en la cual subí al momento en que mis hermanos salieron de la casa, mirándome con sorpresa pero no dejé que se me acercaran, solo encendí el vehículo y noté a King subir a la parte trasera mientras gruñía en dirección de los demás, advirtiéndoles que no se nos acercara

Dark paradise | Rindou Haitani | +18 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora