Dark paradise | Rindou Haitani | +18 (Terminada)

XXVI

Vivir con Rindou era un sueño, dormir y despertar a su lado todos los días era como un sueño, él era muy dulce conmigo, y quizá era por el embarazo, pero yo me sentí realmente emocional durante esos días, si me decía algo bonito, me ponía a llorar, si me traía algún regalo, me abrazaba a él con fuerza y no me despegaba de él en el resto del día, y aunque él me había dicho una vez que estaba comportándome extraña, también había asegurado que amaba que estuviera tanto sobre él

Habían pasado dos semanas desde que vivía en esa preciosa y enorme casa junto a mi novio y el pequeño/gran secreto que mantenía de él, cada día se hacía más difícil de ocultar, no solo por mis cambios de humor, sino porque mi vientre comenzaba a notarse, al menos para mí, él no había dicho ni una palabra, pero mi vientre ya no estaba plano, había una muy pequeña protuberancia que podría confundirse con un aumento de peso y que solo se notaba si estaba completamente desnuda, lo cual sucedía todas las noches, porque manteníamos una vida sexual muy activa

Sabía que debía decirle pronto sobre el embarazo o terminaría descubriéndolo por sí mismo y me aterraba su reacción

¡Cariño, el desayuno ya está listo!- grité dejando los platos sobre la mesa y lo vi entrar a la cocina con un traje precioso

Había llevado a Rindou hacia unos días a un estilista en la ciudad cuando me había llevado a comprar algunas cosas para la casa y se había hecho lo que había dicho que quería, se había recortado un poco el cabello haciéndose un peinado que lo hacía lucir increíble y se había vuelto a pintar el cabello de celeste en su ahora cabello largo, con la diferencia de que ya no tenía reflejos, sino que se había teñido las raíces de celeste al igual que las puntas, lo cual hacia que se viera incluso más sexy que antes, y encima agrégale un increíble traje violeta, hacía que luciera increíble e irresistible

Wow, que guapo te ves- sonreí caminando hacia él que intentaba atar la corbata alrededor de su cuello- déjame eso a mí, cariño- quité sus manos para comenzar a atar su corbata y él apoyó sus manos en mis caderas- más te vale mantener a todas las zorras lejos de ti- susurré poniéndome en puntas de pie para morder su cuello, dejando una marca bastante visible- recuerda que eres mío

Solo tuyo- besó mis labios suavemente y no pude evitar reír cuando apretó aún más mis caderas, haciéndome cosquillas- ¿Que sucede?

Eso me dio cosquillas- me alejé avergonzada de él- vamos, siéntate y desayunemos o se enfriará todo lo que he preparado

De acuerdo- besó mis labios suavemente antes de caminar hacia la mesa donde nos sentamos los dos, uno frente al otro, comenzando a degustar todo lo que había preparado

Desde que vivíamos solos, yo me encargaba de preparar el desayuno y la cena, él siempre se iba a trabajar luego de desayunar y yo me iba a la casa de mi madre a trabajar también, por lo que almorzaba allí con ella y en la tarde merendaba también con ella, y cuando terminaba de trabajar volvía a casa a preparar la cena para cuando llegaba mi novio, al cual siempre intentaba recibir con algún platillo nuevo

Jamás había cocinado nada extravagante, en la ciudad, cuando vivía con Miko, solíamos pedir comida, y desde que había vuelto, mi madre cocinaba, así que desde que habíamos comenzado a vivir juntos había comenzado a aprender a cocinar, a veces mis comidas eran horribles, y aunque Rindou insistía en comérsela igual, muchas veces terminábamos pidiendo una pizza en el pueblo o comíamos algunas galletas

Quería mejorar, quería ser una buena novia y una buena esposa en un futuro, así que había recurrido a la mejor cocinera que conocía, mi madre, ella me enseñaba recetas cuando estábamos juntas y desocupadas, e incluso a veces la ayudaba a preparar el almuerzo

Volveré tarde hoy, amor- me abrazó por las caderas mientras lavaba los platos- tengo varias reuniones hoy, pero apenas termine vendré enseguida- suspiró sobre mi cuello- a mi padre se le ocurrió juntar todas las reuniones hoy, así que tengo muchísimas reuniones y no sé cuánto tardaré, es una mierda