VIII. También yo

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PABLO:

Joder Pablo, ahora sí que la haz cagado.

Estoy en la playa todavía, hace rato que ella se fue, estoy parado con la mirada perdida escuchando las olas del mar y en mi mente solo se repite la misma escena una y otra y otra vez, le confesé que me gusta y lo he jodido, creí que existía la mínima posibilidad de que yo le gustara, pero al parecer solo eran ideas mías.

Cansado de revivir la misma escena en mi cabeza, subí a mi habitación dispuesto a dormir, al llegar Pedri no había llegado, así que me dormí.

Los rayos del sol se colaban por la habitación, abrí los ojos y vi a Pedri dormido en su cama; no escuché cuando llegó.

Me levanté, me duché y me vestí.

-Buen día- dijo Pedri cuando salí del baño.

-¿Qué tal? ¿A qué hora has llegado?

-Como a las 2 más o menos, te vi dormido y no quise despertarte, ¿qué hay de ti?

-La he cagado

-¿Cómo?

-La he cagado con Lilian, tienes razón me gusta y ayer se lo confesé y al parecer la espante porqué salió corriendo luego de que se lo dijera después de besarla.

-Espera, espera, espera ¿Lili y tu se besaron?

-Si, pon atención- dije rodando los ojos.

-Necesito el contexto completo- bufé y me senté en la esquina de su cama, le conté exactamente todo, tal cuál cómo había sucedido.

Pedri no dijo nada, simplemente se limitó en escucharme, algo que agradezco, no necesito que me reproche y me diga que la he cagado, porque claramente eso ya lo sé.

LILI:

Por la mañana, luego de ducharme y arreglarme, bajé a desayunar con los chicos y con Sira, me he sentado entre Eric y mi hermano.

Estoy riendo al igual que todos en la mesa por un chiste malisimo que Balde nos ha contado, pero me he callado en el segundo que he visto entrar al sevillano en el comedor.

Tranquila Lilian, no ha pasado nada, me repetía a mí misma una y otra vez para tratar de calmarme.

Pero todo se fue a la mierda cuando se sentó justo delante de mí, trato de evadir su mirada viendo hacia el plato o cualquier otro lado, no quiero ver esos ojos miel que tanto me vuelven loca. No quiero caer así de fácil.

Sigo desayunando como si nada, sintiendo su mirada sobre mí, así que finalmente levantó la mía, haciendo contacto visual con él; todo a mi alrededor se desvanece, simplemente somos él y yo, ninguno aparta la mirada del otro; tómo mi taza de café y la conduzco hacia mi boca sin apartar mis ojos de los suyos, él hace lo mismo con su zumo de naranja.

Finalmente rompo el contacto visual con él cuando siento un apretón en mi muslo izquierdo, así que miro en esa dirección encontrándome con la mano de mi hermano, seguido de un "¿a que si, pulga?"

-¿Perdona?

-Que si os apuntáis a salir esta noche- respondió Pedri.

-Para festejar la victoria de ayer aprovechando que mañana no hay entreno- explicó Ansu.

-Claro, estoy dentro- dije sonriente.

-También yo- habló Gavi y al girarme hacia él, ya estaba mirándome seriamente, yo solo rodé los ojos.

Luego de desayunar, todos nos fuimos por nuestro lado.

Decidí ir a la piscina, así que fui a la habitación a cambiarme, una vez que lo estaba, cogí lo necesario y salí del cuarto.

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