XVIII. ¿Es por mí?

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Estaba terminando de desayunar, cuando mi móvil vibró, Pablo me estaba llamando, pero no respondí, al igual que sus 20 mensajes de hoy.

Volvimos hace tres días y no he visto a los chicos, no he acompañado a Ferram a ningún entrenamiento. La verdad es que no soy buena para las despedidas y tomando en cuenta que me voy en unos días, no quiero acostumbrarme todavía más a ellos, por eso he decidido verles hasta el partido del 31.

Como ya había terminado mi desayuno, estaba por subir a mi habitación, cuando el timbre de la casa sonó, así que me dirigí a abrir.

-Adivino, se te olvidaron las llaves otra- dije mientras abría la puerta pero me callé enseguida al ver quién estaba del otro lado.

-No tengo llaves- habló.

-Pablo- fue todo lo que pude decir -¿qué haces aquí?- pregunté cuando por fin reaccioné.

-No cogías mis llamadas ni mis mensajes, así que he venido para hablar, ¿puedo entrar?- me preguntó y me hice a un lado para que pudiera seguir.

PABLO:

-¿Está todo bien?- preguntó cuando cerró la puerta.

-Eso debería de preguntarte yo a ti, no me coges las llamadas, ni siquiera lees mis mensajes, no has ido a un solo  entrenamiento desde que volviste, ¿es por mí?- pregunté con miedo a su respuesta

Negó rápidamente -No, claro que no, esto no tiene nada que ver contigo ni con nadie-

-¿Entonces? Lili, juro que no te entiendo, un día nos besamos y dices que me quieres, te vas y cuando vuelves ni siquiera coges el teléfono, ¿qué esta pasando?- estaba desesperado, no entendía nada.

-Será mejor que te sientes- dijo suspirando mientras se acercaba al sofá para sentarse, así que hice lo mismo.

-Me voy a Valencia en 4 días- soltó de golpe, mis ojos se abrieron como platos, tanto que en cualquier momento se me iban a salir.

-¿Qué cojones?- fue todo lo que pude pronunciar -No estoy entendiendo nada.

-Ahora que fui a casa, mi madre me ha dicho, más bien, me ha recordado, que quiere que vuelva a Valencia a estudiar, dice que perdí mucho tiempo por ir a Qatar a ver a mi hermano y que cree que lo mejor es que vuelva a casa y termine la universidad allá, ni siquiera me está dejando volver a Madrid, me ha dicho que me dejará pasar noche vieja aquí, pero que me quiere el 2 de enero en casa- explicó.

-Pero... no puede hacer eso, tu no te quieres ir ¿o si?- pregunté ¿Acaso ella sí quería irse?

-Por supuesto que no Pablo, no quiero irme, pero no me están dejando opción, es algo que debo hacer. Por eso había estado evitándote, no quería encariñarme más contigo.

-¿No planeabas decírmelo, cierto?- se me cortó la voz y ella simplemente negó con la mirada en el suelo -¿Entonces? ¿qué? ¿Te ibas a ir así como si nada?...  ¡Joder Lilian!- dije luego de unos segundos al ver que no decía nada, me estaba exaltando.

-No quería decírtelo por esto, sabía que te pondrías así... ¡Carajo Pablo! ¿Crees que esto es fácil para mí? ¿Crees que no me gustaría quedarme aquí o volverme a Madrid? No quería que nadie supiera.

-Así que simplemente planeabas irte, sin decir nada, sin despedirte, solo así...

Al no obtener respuesta, me levanté, cogí mi chaqueta del sofá y salí de la casa.

LILI:

No sabía ni qué decirle así que me quedé callada, después de unos segundos, cogió su chaqueta y salió de la casa; ni siquiera traté de seguirlo o detenerlo, simplemente me quedé ahí, en el sofá mientras mis lágrimas caían por mis mejillas... esto era lo que quería evitar.

 𝐑𝐄𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora