[Terminada] Cuando el Karma llega [Historia Lésbica ]

Parte 10

Hola! les traigo otro cap :3 

Capítulo 10

Susan había escuchado todo el chisme sin saber si debía dar o no su opinión al respecto. No conocía lo suficiente a Anneth y tampoco consideraba a Rachel como una amiga cercana y no se sentía en posición de levantar críticas ni de dar consejos. Se había mantenido en silencio y se había limitado a escuchar.

—¿Sabes lo que va a costar la reparación del coche? Tuve que pagar un deducible, pero aun así es mucho dinero.

—¿Y la suspendiste? —Preguntó Susan, mirando el escritorio vacío de Anneth.

—Le di unos días de permiso. No quiero tenerla cerca por dos razones: porque me gusta mucho y porque me hace enfadar. Anoche hablé con ella para intentar remediar las cosas y se puso como si fuera la víctima. Dijo que era mi culpa por haberla mandado a buscar la computadora.

—Auch —dijo Susan sin saber qué más agregar.

—¿Es mi culpa? No soy yo la que manejó como loca en medio de la avenida. Peleamos y le dije que no quería verla por el resto de la semana.

Susan se aguantó unos segundos antes de reunir el valor para dar una pequeña opinión, y sólo lo hizo porque sentía la necesidad de decir algo.

—Creo que el problema es que ella es una niña comparada contigo. Será que le falta madurar y ser más sensata a la hora de conducir. Se ilusionó con tu coche y quiso dárselas de Rápido y Furioso.

—Puede ser —suspiró Rachel. Apartó la mirada por un momento y luego volvió su atención a Susan, que estaba sentadita delante de su escritorio y se mensajeaba por teléfono.

Le llamó la atención al instante. Estaba usando una coqueta minifalda de mezclilla y una blusa blanca de manga larga. Como en la empresa no había un código de vestimenta muy estricto, Susan podía vestir como quisiera. Gracias a eso, Rachel tenía una perfecta vista de sus piernas suaves y se imaginó recorriéndolas con sus manos, abriéndolas lentamente para disfrutar de lo que había entre ellas.

—Oye —le habló a Susan.

—¿Qué?

—¿Tienes algo que hacer hoy por la noche? Habrá una cena de negocios y necesito compañía. Irán algunos ejecutivos de la empresa y los representantes de unos clientes.

—¿No es demasiado para mí? Digo, suena importante.

—Ah, nada de eso. Iba a llevar a Anneth, pero está castigada por lo que hizo. ¿Qué dices? Será divertido. Es en el hotel Royal Azure, a las ocho de la noche.

—¿El Royal Azure? —los ojos de Susan se abrieron como platos—. Siempre he querido ir ahí.

—Perfecto. ¿Vienes?

—Sí, ¿puedo llevar a alguien más?

—La invitación sólo es para dos personas. ¿A quién querías llevar?

Susan se humedeció los labios y estuvo muy cerca de decirle a Rachel que pensaba llevar a su novia; pero no lo hizo pues vio en los ojos de la otra mujer una especie de curiosidad lacerante, como si detrás de ese hermoso rostro hubiera una serpiente preparada para echar su veneno. No confiaba plenamente en Rachel como para confesarle algo tan íntimo como su sexualidad. Además, no quería que ella la viera como un posible objetivo de conquista. Tenía que mantener a Rachel lejos de ella y no mostrarse vulnerable. Lo último que quería, era que la mujer empezara a coquetear.

—A una amiga.

—Ah, ¿una amiga especial?

—Sí, bastante.